Una vida de intimidad con DiosMuestra

Matrimonio feliz
“Jacob dio esta orden...“Entiérrenme junto a mis antepasados... en la cueva que... enterré a Lea”, Génesis 49:29-31 (DHH).
Lea sufría por no sentirse amada. Ella tenía dos opciones: abrazar la ofensa y convertirse en una mujer amargada o, ignorar las provocaciones y confiar su causa en las manos de Dios. Lea hizo esto último y sus heridas fueron sanadas: “Cuando el Señor vio que Jacob despreciaba a Lea, hizo que... tuviera hijos...”, Génesis 29:31 (DHH). Lea fue ignorada por todos, menos por Dios quien recompensó su fe dándoles hijos; un honor muy importante para una esposa en aquellos tiempos. Lea esperó en Dios y no fue defraudada. Y nosotros, ¿qué hacemos cuando nos lastiman o desprecian? ¿Cómo reaccionamos cuando no somos queridos ni aceptados? ¿Nos deprimimos? ¿Nos quejamos? ¿Culpamos a Dios? La Biblia dice: “Pongan todas sus preocupaciones... en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes”, 1ª Pedro 5:7 (NTV).
Lea cometió un error muy común hoy en día. Buscó realización y felicidad por medio del matrimonio. Pensó que dándole hijos a su esposo éste la amaría. Y lo sabemos por el significado de los nombres que les puso a sus hijos. Al primogénito lo llamó Rubén diciendo: “ahora mi esposo me amará”, Génesis 29:32 (NTV). ¿La amó Jacob? No. Entonces al otro hijo lo llamó Leví: “ahora sí me amará mi esposo”, Génesis 29:34 (NVI). Muchas mujeres tienen el sueño de encontrar un hombre que las haga felices. Pero la verdad es que el matrimonio no tiene ese poder. El casamiento no hace felices a las personas. Para que el matrimonio sea feliz los integrantes ya tienen que serlo antes de casarse. No esperes de tu pareja lo que solo Dios puede darte.
¿Cuándo comenzaron a mejorar las cosas en el matrimonio de Jacob y Lea? Cuando Lea dejó de idolatrar a Jacob buscando su aprobación mediante la maternidad. El día en que ella descansó en Dios, las cosas cambiaron para bien. El otro hito importante es la conversión de Jacob la noche en que luchó con el ángel. Ese día Jacob fue mudado en un hombre sujeto, sumiso y obediente a Dios. Y su relación con Dios renovó la relación con su esposa. ¡Qué gran lección! Cuánto más cerca de Dios estén sus integrantes, más bendecido será el matrimonio. El secreto de un matrimonio con futuro es la dependencia de los cónyuges de Dios. Para que la relación sea fuerte y se mantenga saludable el amor por Dios debe ser la pasión común en ambos. En pocas palabras, si quieres un matrimonio feliz deja que Dios sea lo más importante.
Acerca de este Plan

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).
More
Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/
Planes relacionados

La Compasión De Jesús: El Corazón De Una Vida Misional Un Plan De Lectura De 10 Días

El Espíritu Santo en Mateo

Viviendo en unidad en la diversidad

Cuando El Gozo Se Apaga

Edificados Para Su Gloria

El Consuelo De Los Salmos en Las Batallas De La Vida

Creer Lo Cambia Todo

Amar Sin Filtro: Fe, Ruptura y Restauración

Decisiones que traen paz
