¿Cómo orar?Muestra

Hablar con libertad delante de Dios

Algo muy importante a la hora de orar es tener confianza con el Padre y hablarle desde el corazón. Si existe la confianza, podremos sentarnos en Su regazo y decirle lo que nos pesa; pedirle Su ayuda y estar seguros de que Él, como Padre amoroso, hará lo necesario para ayudarnos.

Un ejemplo maravilloso de tener esa intimidad con el Padre nos la da Jesús cuando, en el Getsemaní, ora pidiendo que, si fuese posible, pasara de Él la copa. Jesús, en Su humanidad, también sentía temor. No por ser Hijo de Dios estaba exento de los sentimientos que a nosotros nos llenan en muchas oportunidades, como el dolor, el enojo, la tristeza y demás. Jesús venció todo esto porque siempre buscó la presencia del Padre y era fortalecido por Dios.

Algo maravilloso que podemos ver en la Escritura es que los grandes hombres de Dios eran sinceros delante del Dios Omnipotente. Por ejemplo, cuando Elías entra en depresión y pide al Señor que le quite la vida, Dios, en lugar de castigarle, envía un ángel que le sustente y le muestra el camino para poder seguir. Esta hermosa historia la puedes leer completa en 1 Reyes 19. Podemos ver la importancia de hablar con libertad delante de Dios para recibir sustento, consuelo y dirección para salir adelante en todo proceso.

No sé cuál sea tu situación, pero lo que sé es que Dios te ama y desea recibirte en Su presencia para darte ese abrazo de amor que tanto anhela tu corazón. Permíteme orar por ti:

Padre bueno, te alabo por tu maravilloso amor con el que nos amas, por tus misericordias que son nuevas cada mañana y porque siempre estás ahí para nosotros. Como hijo tuyo, en este momento pido por quien está leyendo este devocional, para que seas tú quien le dé la fuerza que necesita para seguir adelante. Envía ángeles ministradores que den consuelo a quienes están sumidos en la desesperación, el dolor o el desánimo. En el nombre de Jesús, te pido una bendición que sobreabunde en la vida de tus hijos e hijas, para que seamos luz en todo lugar y extendamos el mensaje de salvación a toda criatura. Amén.