Confianza en la oraciónMuestra

Oraciones contestadas

Algunas de las condiciones que la Biblia menciona para la oración contestada son:

Humildad. Lo que Dios le dijo al pueblo de Israel en 2 Crónicas es cierto para nosotros hoy. Debemos humillarnos ante el Señor, orar, buscar su rostro y apartarnos de nuestros malos caminos. Dios actúa a favor del que tiene un espíritu humilde, quebrantado y contrito que respeta su Palabra.

Objetivo piadoso. ¿Por qué nuestras oraciones quedan sin respuesta? Santiago nos invita a preguntarnos, ¿cuál es nuestro objetivo? ¿Es para la gloria de Dios, que se haga su voluntad, que su nombre sea magnificado en nuestras vidas? ¿O hay un objetivo egoísta? Sé sincero.

Fe. Debemos creerle al Señor para ver la oración contestada. Santiago nos enseña que una persona de doble ánimo dice: «Señor, ¿me mostrarías qué hacer, aunque todavía no estoy seguro si lo haré?». Esa persona no recibirá nada de Dios. Debemos tener fe en que Dios nos equipa para hacer su voluntad.

Obediencia. Nuestra vida de oración se ve obstaculizada cuando permitimos la desobediencia en nuestras vidas. ¿Cómo podemos estar conscientes de que estamos violando la Palabra de Dios y no hacer nada al respecto?

Confesión de pecado. Es difícil tener un corazón inclinado a la voluntad de Dios cuando tu corazón está abrigando el pecado. Si me aferro al pecado en mi corazón, el Señor no aceptará ni actuará de acuerdo con mi petición. Es difícil orar en la voluntad de Dios cuando nuestra vida no está de acuerdo con ella.

Orar en el nombre de Cristo. «Padre, elevo esta oración porque creo que esto es lo que mi Salvador quiere que ore, porque sé lo que es importante para Él». ¿Cómo cambiaría nuestras oraciones esa mentalidad?

Perseverancia. Cuando sabemos que estamos orando de acuerdo con la voluntad de Dios, continuamos orando hasta que el Señor revele su respuesta.

Sabemos cómo hablar con Dios, así que venimos con confianza, sabiendo que somos aceptados porque somos sus hijos. Si pedimos de acuerdo con su voluntad, tenemos lo que hemos pedido. Esta es nuestra confianza.

Padre Celestial, estoy aquí ante ti con humildad sabiendo que, como tu hijo, puedo venir con confianza en la seguridad que me has dado. Ruego, Señor, que aumentes mi hambre y sed de estar en comunión contigo. Enséñame a orar, Señor, no con frases que suenan hermosas, sino haciendo el verdadero trabajo del corazón en la oración. Gracias, en el nombre de Jesús. Amén.

Este devocional se basó en un sermón de Richard Caldwell. Para escuchar este sermón y un episodio del Podcast Straight Truth relacionado con este mensaje, visita nuestro sitio web https://straighttruth.net/gods-will-making-decisions-and-prayer/