Confianza en la oraciónMuestra

La oración es una prioridad

A lo largo de la Palabra de Dios, encontramos mandamientos para orar. «Orad sin cesar» (1 Tesalonicenses 5:17). «Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho» (Santiago 5:16).

También encontramos ejemplos de la eficacia de la oración. Considera los milagros registrados en las Escrituras y las poderosas obras de Dios en el Antiguo y Nuevo Testamento. ¿Cuántas de esas cosas se conectan con la oración?

Dios obró a través de las oraciones de su pueblo. Santiago 5:17 relata algunas cosas registradas en 1 Reyes 17 y 18. Dice: «Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses». El Señor había decidido hablar con Acab a través del control que Él tenía sobre la naturaleza, y usó la oración de Elías para hacer precisamente eso.

Génesis 20:17 «Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y tuvieron hijos». Dios produjo sanidad. Podría haberlo hecho aparte de la oración si hubiera querido, pero no lo hizo. Dios ordenó que la sanidad sucediera a través de la oración de Abraham. Hizo lo mismo con Isaac, el hijo de Abraham.«Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer» (Génesis 25:21).

«Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios» (Hechos 4:31). Dios estaba haciendo todas estas cosas a través de las oraciones de sus hijos.

A lo largo de las Escrituras, la oración es una prioridad para aquellos llamados hijos de Dios. Jesús mismo, durante su vida aquí en la Tierra, puso especial énfasis en la oración.

¿Ves tu vida de oración como una tarea que debes realizar, o mantienes la conversación con tu Padre a lo largo del día, como lo hizo Jesús?