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La mayordomía y provisión de Dios

¡Dios opera desde la abundancia! A veces, es fácil caer en el miedo o preocuparse por los recursos y provisiones que necesitamos. Todos tenemos sueños o deseos y necesidades muy reales que creemos que Dios proveerá. Tenemos que luchar contra la tentación de ver el mundo a través de una lente de escasez y, en cambio, apoyarnos en las promesas de Dios. Él es nuestro proveedor; ¡Es todopoderoso y generoso! La Biblia dice que Dios proveerá para todas nuestras necesidades y tiene recursos ilimitados; de hecho, Él es LA fuente. Como hemos aprendido, la Biblia dice en Mateo 6:33: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. En los versículos anteriores a Mateo 6:33, Jesús enseña a sus discípulos a no preocuparse ni estar ansiosos por la comida, la ropa o los recursos que consideramos necesidades básicas. Nos enseña que cuando fijamos nuestra mirada en Dios y Su reino, Él proveerá para nosotros. Dios te ama, se preocupa por ti y tiene planes para tu futuro. Pídele a Dios que te ayude a discernir entre tus "necesidades" y tus "deseos". Confía en que el tiempo de Dios es perfecto y descansa tranquilo porque no hay nada demasiado grande o demasiado pequeño para Él. Al divorciarnos de la mentalidad de carencia, le quitamos el límite que le hemos puesto a Dios. Tal vez, el tope limita cómo o cuándo pensamos que puede moverse y proveer en nuestras vidas. Hoy, elegimos esforzarnos en conocer y confiar en la abundancia de Dios. Le pedimos que cambie nuestras circunstancias, nos provea y ayude, a su vez, a ser un reflejo de Su generosidad hacia nosotros y a administrar bien lo que se nos da.

Aplicación/ Reflexión:

• ¿De qué maneras has coronado a Dios en tu vida?
• ¿Cómo puedes combatir las mentiras que has creído respecto a la mayordomía y provisión de Dios?
• ¿Qué te está diciendo Dios acerca de Su mayordomía y provisión?

Oración:

Señor, oro para que me ayudes a comprender Tu abundancia y provisión para mi vida mientras leo Tu Palabra. Oro para que me reveles las promesas que tienes para mi vida. Ruego que mientras espero Tu tiempo perfecto, crezca en mi relación contigo. Perdóname por poner un límite a lo que podrías hacer en mi vida. Confío en que eres mi proveedor, todopoderoso y un Padre generoso. ¡Eres digno de toda la gloria y el honor en mi vida! Gracias por Tu administración y provisión. En el nombre de Jesús, oro, amén.