La salsa: Busca primeroMuestra

Discernimiento espiritual

A través de la oración y ayuno intencionales, buscamos primero el reino de Dios pidiendo un aumento de nuestro discernimiento espiritual. Todos tenemos deseos, sueños y anhelos. Algunos son inspirados por Dios y otros son de nuestra propia voluntad. ¿Cómo desciframos cuál es nuestra voluntad y cuál la de Dios? Apoyándonos en el Espíritu Santo y pidiéndole al Señor más discernimiento espiritual. Le pedimos al Espíritu Santo que nos ayude a identificar nuestra voluntad y ser honestos con nosotros mismos (y con Dios) cuando luchamos por entregarle un desenlace. Hemos sido creados para vivir en comunidad. Agudizamos nuestro discernimiento dentro del consejo de comunidad. Podemos edificar nuestro discernimiento considerando si una decisión o situación nos acerca a Dios. ¿El resultado crea en ti un carácter que refleja a Cristo o produce el fruto del Espíritu? A medida que abres tu corazón a la voluntad de Dios y pasas tiempo en Su presencia, Él te encontrará en medio de cualquier decisión que enfrentes. Dios nos enseña a buscar, comprender y confiar en el Espíritu de Dios. Debemos meditar en las Escrituras e intencionalmente familiarizarnos con Su voz. Hoy, al reconocer a Dios como la fuente suprema de sabiduría, verdad y luz, oramos para que aumente nuestro discernimiento espiritual.

Aplicación/ Reflexión:

• ¿Dónde necesitas un aumento de discernimiento espiritual en tu vida?
• ¿Qué decisiones o planes te cuesta entregar a la voluntad de Dios?
• ¿Qué fruto del Espíritu está creciendo en tu proceso de discernimiento y toma de decisiones?

Oración:

Señor, eres la fuente de toda sabiduría y verdad. Te agradezco por Tu Palabra, en la que puedo apoyarme al enfrentar las situaciones que me rodean. Te agradezco que, en este tiempo de oración y ayuno, te busco primero para apoyarme no en mi propio entendimiento, sino en Tus caminos y en Tu voluntad. Te pido que agudices mi discernimiento y madures mi fe y comprensión del Espíritu Santo. Ruego que al confiar en Ti, transformes mi corazón, mis pensamientos y la vida de quienes me rodean para Tu gloria. En el nombre de Jesús, ¡amén!