El Tribunal De CristoMuestra

Un destello de eternidad

Esta vida extraordinaria del siglo venidero es difícil de imaginar. Aunque la Escritura la describe con imágenes potentes e impactantes, sus detalles prácticos se me escapan. Sin embargo, sé dos cosas: es indescriptiblemente más gloriosa que toda la riqueza de este mundo, y podemos decidir vivir para ese siglo. Mientras la mayoría de la gente va tras autos nuevos, casas más grandes, y montones de “billetes”, otros han decidido perseguir tesoros en el cielo.

El libro de Apocalipsis nos dibuja un asombroso cuadro de santos que están sentados en tronos y reciben poder de Dios para juzgar (Apocalipsis 20:4). Esto no es simbólico; realmente se sientan en tronos y reciben una autoridad real para juzgar y gobernar sobre toda la creación con el Rey Jesús. Sin embargo, no todos recibirán la misma recompensa en el siglo venidero. Algunos creyentes estarán más cerca en proximidad al trono de Dios, mientras que otros recibirán un honor especial de Dios delante de toda la creación.

En este mundo, a las personas que se autopromocionan y que son orgullosas les encanta adornarse con símbolos de estatus que demuestran su riqueza o poder. Pasan toda su vida persiguiendo riquezas terrenales, pero un día mirarán hacia arriba a quienes se sientan con Cristo. Llorando, se lamentarán diciendo: “He malgastado toda mi vida buscando cosas que eran castillos en el aire, ¡y ni siquiera quería saberlo!”.