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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

DÍA 210 DE 365

Cuatro sacrificios que agradan a Dios



Al mirar en retrospectiva mi vida, puedo ver cuántos sacrificios hicieron mis padres por mi hermana y por mí; ojalá los hubiera apreciado más en aquel momento. Mis padres venían de una generación que estaba muy familiarizada con la idea del sacrificio, muchos de sus contemporáneos habían sacrificado sus vidas por sus semejantes y por sus países. La idea de hacer sacrificios —ya sean grandes o pequeños— parece más ajena a nuestra generación.

La gran mayoría de las referencias bíblicas de «sacrificio» están en el Antiguo Testamento, las cuales prefiguran la muerte sacrificial de Jesús en la cruz por nosotros. En el Nuevo Testamento, casi todas las referencias son sobre el sacrificio de Jesús. La muerte de Jesús como el único sacrificio perfecto y completo que cumple toda la preparación y predicción del Antiguo Testamento. No necesitamos hacer ningún sacrificio por nuestros pecados. Sin embargo, el Nuevo Testamento nos dice que hay cuatro sacrificios que puedes hacer para agradar a Dios.

Salmos 89:30-37



1. Da gracias a Dios por el sacrificio de Jesús


Dios es santo (v.35) y amoroso. Dios amó a David y afirmó: «Jamás le negaré mi amor» (v.33).


Dios en su amor, hizo un pacto con David y Su pueblo; era un pacto de gracia, pero requería una respuesta de obediencia a la ley. Pero, ¿qué pasaría si no cumplían la ley? Si aquello ocurría: «… si sus hijos se apartan de mi ley y no viven según mis decretos, si violan mis estatutos y no observan mis mandamientos» (vv.30-31), se requeriría un castigo (v.32).


El Nuevo Testamento nos dice que Dios vino en la persona de Su hijo Jesucristo para tomar ese castigo, ofreciéndose a sí mismo como el sacrificio por el pecado. A través de ese sacrificio, el amor y la santidad de Dios fueron plenamente expresados ​​y cumplidos y no necesitas hacer más sacrificios por el pecado.



Señor, te agradezco demasiado por el sacrificio de Jesús en la cruz por mí; gracias, porque no se requieren más sacrificios por mis pecados.


Romanos 11:33-12:21



2. Haz sacrificios que agraden a Dios


En este pasaje, vemos cuatro sacrificios que puedes hacer en respuesta al sacrificio de Jesús por ti:



  • El sacrificio de tus labios


El escritor de Hebreos dice: «Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre. […], porque esos son los sacrificios que agradan a Dios» (Hebreos 13:15-16).


Gran parte de los primeros once capítulos de Romanos son sobre el sacrificio de Jesús por nosotros. Pablo, habiendo presentado todo lo que Dios ha hecho por nosotros, responde con un sacrificio de alabanza (Romanos 11:33-36).



  • El sacrificio de tu vida


Pablo escribe: «Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, (por todo lo que Jesús ha hecho por nosotros en su propio sacrificio en la cruz), en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios» (12:1).


Dios quiere que ofrezcas todo de ti y todo de tu vida —tu tiempo, ambiciones, posesiones, oídos, boca y sexualidad— así como tu mente, emociones y actitudes. La descripción de Pablo de un sacrificio vivo también nos recuerda que tienes que seguir ofreciendo todo durante tu vida entera.


Como Eugene Peterson lo traduce en The Message: «Toma cada día de tu vida cotidiana: tu dormir, comer, ir a trabajar y caminar, y colócalo delante de Dios como ofrenda» (v.1, MSG).


En tiempos del Antiguo Testamento, «sacrificio vivo» sonaría como un término contradictorio. Todo el objeto del sacrificio era que la víctima fuera sacrificada. Jago Wynne escribe: «Nuestro acto de adoración ya no está en traer un sacrificio, sino en ser nosotros mismos un sacrificio. Seguimos viviendo, somos todo lo que ofrecemos. La adoración es aquello que digo con mi lengua. Es aquello que veo [...] lo que pienso [...] adonde voy con mis pies».



  • El sacrificio de tu «botín»


La donación generosa es otro sacrificio del Nuevo Testamento. Pablo alienta al sacrificio de la generosidad para contribuir a las necesidades de los demás (v.8). Debemos estar «listos para ayudar a los hijos de Dios cuando pasen necesidad» (v.13, NTV). Este es otro sacrificio que el escritor de Hebreos dice que agrada a Dios: «compartir con otros» (Hebreos 13:16).


Incluso debemos dar generosamente a nuestros enemigos: «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta» (Romanos 12:20).



  • El sacrificio de tu amor


En este pasaje Pablo da muchos ejemplos del sacrificio del servicio amoroso (vv.9-21).


El escritor de Hebreos dice: «No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Dios» (Hebreos 13:16).


«Hacer el bien» significa renunciar a cosas que no son buenas. «No se amolden al mundo actual» (Romanos 12:2). Aunque Dios solo nos pide que renunciemos a las cosas malas en nuestras vidas, podemos sentir que es muy costoso hacerlo porque esas cosas son superficialmente atractivas. El arrepentimiento es una palabra muy positiva, pero en el momento puede parecer una renuncia.


El amor sacrificial implica permitir que Dios nos transforme completamente. Nuestro amor debe ser sincero (v.9). La palabra griega para «sincero» significa «sin hipocresía» o literalmente «sin actuar» o «sin máscaras».


A menudo las relaciones en el mundo son bastante superficiales. Todos ponemos fachadas o máscaras para protegernos. Cuando vemos a los gobiernos poner máscaras, lo llamamos «propaganda». Cuando lo hacemos nosotros mismos, lo llamamos «imagen»; estamos proyectando algo. En efecto, estamos diciendo: «Realmente no me gusta lo que soy por dentro, así que fingiré que soy alguien diferente». Ciertamente lo hice en gran medida antes de ser cristiano (y, de algún modo, continúo, aunque no debería).


Si otras personas están haciendo lo mismo, entonces son dos «fachadas» o «máscaras» encontrándose. El triste resultado es que las dos personas reales nunca se encontrarán. Esto es lo opuesto al «amor sincero». Amor sincero significa quitarse la máscara y atreverse a revelar quién eres. Cuando sabes que Dios te ama tal como eres, eres libre para quitarte la máscara. Esto significa que hay una intensidad y autenticidad completamente nueva en tus relaciones.


Pablo insta a los cristianos a vivir en armonía unos con otros y a ser generosos (v.13), hospitalarios (v.13), a perdonar (v.14), a ser empáticos (v.15) y vivir en paz con todos (v.18). Esta es una gloriosa imagen de la familia cristiana a la cual Dios nos llama, atrayéndonos a una atmósfera de amor, alegría, paciencia, fidelidad, generosidad, hospitalidad, bendición, regocijo, armonía, humildad y paz; donde el bien no es vencido por el mal, pero el mal es vencido por el bien (vv.9-21).



Señor, hoy te ofrezco mi cuerpo como sacrificio vivo, me pongo a tu disposición. Te entrego todo lo que tengo una vez más: mi vida, mi tiempo, mi dinero, mis ambiciones, mis planes, mis anhelos y mis deseos. Muéstrame Tu voluntad buena, agradable y perfecta (v.2).


1 Crónicas 6:1-81



3. Entiende los sacrificios en el Antiguo Testamento


En el Antiguo Testamento los sacerdotes eran los mediadores entre Dios y el pueblo. «Aarón y sus hijos estaban encargados de quemar las ofrendas sobre el altar […] expiación por Israel» (v.49).


El sacerdocio era hereditario, los sacerdotes eran descendientes de Leví. El cronista enumera a los «hijos de Leví» (v.1, 16, 46). Vemos que todos aquellos que sirvieron en el tabernáculo (que más tarde se convertiría en el templo) fueron considerados «de ascendencia levítica» (vv.1-30).


El cronista subraya la importancia del templo, el cual era un lugar de adoración donde habitaba el Espíritu de Dios. David puso a algunos levitas a cargo de la música en la casa del Señor: «Estos fueron los cantores que David nombró para el templo del Señor, […]. Ellos ya cantaban en la Tienda de reunión, delante del santuario…» (vv.31- 32).


Otros levitas estaban encargados de presentar sacrificios en el altar: «hacer la expiación» (v.49). Como vimos anteriormente, una definición sencilla de la expiación es «en-uno-ment» (unificación). En otras palabras, Dios provee un medio a través del cual la gente puede estar a la par con Él.


Este fue el patrón en todo el Antiguo Testamento; la necesidad de sacrificio y de hacer expiación prefiguraba el sacrificio final, completo y suficiente de Jesús. Tales pasajes nos recuerdan lo asombroso que es que los sacrificios ya no son necesarios debido al único sacrificio verdadero y perfecto de Jesús.



Gracias, Señor, porque todo lo que se requiere de nosotros hoy es una respuesta a tu sacrificio y ofrecerte los sacrificios de adoración, de nuestros cuerpos, de hacer el bien y compartir con los demás. Gracias porque con tales sacrificios te complaces. Te ruego que derrames Tu fuego sobre nuestros sacrificios.


Pippa Adds



Romanos 12:21


«No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien».


Hacer el bien es la manera más poderosa de detener la propagación del mal.



References



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Acerca de este Plan

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selecció...

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Nos gustaría agradecer a Nicky Gumbel por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://alpha.org

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