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Prestar atención a las Escrituras

Porque "todo el que invoque el nombre del Señor será salvo" Romanos 10:13.

¿Qué significa "invocar el nombre del Señor"? ¿No es lo que siempre habían hecho los judíos desde el Antiguo Testamento? Entonces, ¿por qué Pablo tuvo que orar por su salvación (Romanos 10:1)?

De hecho, el mismo Pablo atestigua que los judíos tienen celo por Dios (Romanos 10:2). Estaban orgullosos de ser un pueblo elegido por Él. Le daban mucha importancia a la observancia de la ley, porque les fue dada como indicador de ser el pueblo de Dios. Pero Pablo dice que su celo no estaba basado en el conocimiento (Romanos 10:2). No estaban en sintonía con lo que Dios hacía en el resto del mundo. Pensaban que la salvación era solo para los judíos y que con solo serlo era suficiente para salvarse. Incluso los que se convirtieron en cristianos se resistieron a la idea de que los gentiles pudieran salvarse sin convertirse en judíos primero. Pablo dice que establecían su propia justicia en lugar de someterse a la de Dios (Romanos 10:3).

Lo curioso es que si realmente hubieran conocido sus propias Escrituras, deberían haber reconocido a Jesús como el Mesías prometido. En cambio, lo rechazaron por no ajustarse a su idea preconcebida del Mesías. Querían un rey como David, a pesar de las profecías de Isaías de que el Mesías sufriría. Querían exclusividad a pesar de las profecías de que los gentiles serían incluidos en el reino de Dios. Esperaban conservar su condición de elegidos aún cuando Moisés les advirtió que la rebelión contra Dios les haría perder esa condición.

Puede parecernos irrisorio que pasaran por alto tantos señalamientos a Jesús en sus Escrituras, pero ¿nosotros mismos prestamos atención a las Escrituras? Se nos dice que solo seremos perdonados si perdonamos (Mateo 18:21-35), pero ¿seguimos aferrados a rencores arriesgando nuestra entrada en el reino? Se nos dice que seguir a Jesús es negarnos a nosotros mismos (Mateo 16:24), pero ¿perseguimos nuestras propias ambiciones mientras nos llamamos Sus seguidores? Se nos dice que la puerta es estrecha (Mateo 7:13-14), pero ¿intentamos ensancharla haciendo que la iglesia se parezca más al mundo exterior para atraer a más gente? Cada vez que pensamos que algo es demasiado impráctico, idealista o imposible de obedecer y, por lo tanto, lo ignoramos, somos culpables de tratar de establecer nuestra propia justicia en lugar de someternos a la de Dios.

Es muy fácil pasar por alto las partes incómodas de las Escrituras pensando que Dios en su misericordia no nos culpará por seguir nuestro propio camino. Pero invocar verdaderamente el nombre del Señor significa someterse a Dios como Señor en todas las áreas de nuestra vida. Como dijo Jesús en Mateo 7:21: "No todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo".

¿Tu fe es algo teórico o algo cotidiano?