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Ámense unos a otros

No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley. Romanos 13: 8 NVI.

Cada cristiano es representante del amor de Dios en la tierra. Nuestro amor por otros no es un quid pro quo, donde devolvemos lo recibido, sino una deuda continua. Significa que debemos buscar oportunidades para expresar amor. ¿Cómo hacerlo? Veamos ideas en Romanos 12:

"Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente" (Romanos 12: 10). ¿Has notado cómo tendemos a comparar a los demás con nosotros y a juzgarles si toman decisiones que no hubiésemos tomado? Cómo educan a sus hijos, la ropa que usan, decisiones financieras, etc. Al honrarnos unos a otros dejamos de juzgarnos por cosas insignificantes y vivimos con respeto mutuo.

Compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. (Romanos 12: 13) – Debemos estar atentos a las necesidades que nos rodean, no siempre económicas. Podemos utilizar las habilidades que Dios nos ha dado para dar comida, cuidar niños o ayudar a alguien a prepararse para un examen o una entrevista de trabajo. Al practicar la hospitalidad, mantenemos nuestras casas abiertas y agendas flexibles. Se requiere disposición a dejar los planes del día cuando alguien necesita nuestro tiempo.

"Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran" (Romanos 12: 15 NVI). Demostramos amor al pasar tiempo con otros, al compartir sus alegrías y penas. Únete a quienes celebran cumpleaños, bodas o un nuevo hogar. Visita familias que perdieron a seres queridos o enfrentan diagnósticos difíciles. Esto también nos da oportunidad de ver cómo podemos ayudar en momentos de difíciles.

"Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben" (Romanos 12: 16 NVI).¿Con quién pasamos tiempo? Solemos unirnos a quienes son como nosotros, o que son generalmente populares. Pero Pablo dice que debemos estar dispuestos a asociarnos con personas de baja posición. No solo con los populares, sino con los incomprendidos socialmente, o con los que no parecen interesar a nadie. El amor de Dios no hace distinciones.

No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. (Romanos 12: 21) ¿Demostrar el amor significa que siempre seremos amados y acogidos calurosamente? De ninguna manera. Mientras estemos en un mundo caído, experimentaremos heridas e incomprensión. Pero cuando nos hieren, respiramos profundo y respondemos con amor, no con ira. Vencemos el mal con el bien.

Así que, ¿cómo eliges expresar el amor de Dios hoy?