Probado y aprobado: 21 lecciones de vida y ministerioMuestra

Día 5: Sé amable con las personas que son diferentes

"Cuando la vida de alguien agrada al Señor, incluso sus enemigos están en paz con él"(Proverbios 16:7 NTV).

¿Cómo tratas a los demás? ¿Tratas a todos con la misma cantidad de respeto? Si alguien es grosero o poco amable contigo, ¿les respondes de la misma manera? ¿O eres gentil y amable con las personas con las que puedes relacionarte, pero severo e impaciente con los que son diferentes?

Me sorprende que los demás estén siempre observando mis respuestas a las personas y situaciones. Dado que sabes que este tipo de exposición es muy posible y real, no debería ser la única razón por la que eres amable con los demás, sino que también debería ser un claro recordatorio para proteger tus palabras, acciones e interacciones. Este es un sabio consejo que el Apóstol Pablo dio a los creyentes en Éfeso: Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan" (Efesios 4:29 NVI).

Primero, recuerda que la amabilidad siempre gana. Como creyentes, no respondemos al mal comportamiento con la misma medida de nuestro propio vibrato y malos tratos. La Biblia nos dice que demos respuestas suaves, porque ellas quitan la ira (Proverbios 15:1). Sí, las personas pueden ser difíciles y diferentes y, a veces, incluso "raras". A veces, serán groseras. Esa no es una justificación para tratarlas mal o incluso rechazarlas.

Jesús envió a algunos de Sus discípulos a Samaria de avanzada para hacer los preparativos para Su visita allí, pero la gente rechazó groseramente a los discípulos y a Jesús por la sencilla razón de que Él se dirigía a Jerusalén. Cuando Santiago y Juan le preguntaron audazmente a Jesús si quería que hicieran descender fuego del cielo para consumir a esos samaritanos, ¡Jesús no aceptó!

En segundo lugar, las represalias nunca son la respuesta correcta. Los seguidores de Jesús no tienen excusa para tomar represalias por la mala educación de alguien. Jesús nos dijo que tratáramos a las personas como queremos ser tratados (Mateo 7:12). Sé que esto es especialmente difícil cuando las personas son malas, pero es lo que estamos llamados a hacer.

Los líderes religiosos judíos constantemente encontraban ofensa a Jesús porque se juntaba y comía con los pecadores, incluidos los recaudadores de impuestos y las prostitutas. Esperaban que Él evitara a los pecadores de la misma manera para evitar ser contaminados por su pecado. Cuando los líderes confrontaron a Jesús sobre Sus hábitos, les dijo que no eran los sanos los que necesitaban un médico sino los enfermos. Luego pasó a decir que no vino a llamar a justos sino a pecadores (Marcos 2:17). Jesús se negó a mantenerse alejado de las personas que eran diferentes o estaban fuera de la corriente social.

Tercero, debemos ser firmes en nuestras convicciones. Como creyentes maduros, y especialmente como líderes en el cuerpo de Cristo, debemos ser lo suficientemente fuertes en nuestro carácter y convicciones para estar rodeados de personas que no comparten nuestros mismos valores. No debemos ser influenciados para cambiar debido a cualquier presión que puedan ejercer sobre nosotros. ¡Dios espera que tú influencies en lugar de ser influenciado!

Debes volverte experto en estas tres respuestas a medida que te encuentras con personas que son diferentes a ti:

1. Reconoce cuando te estás resistiendo a alguien porque es diferente.

2. Empuja a través de tu miedo e incomodidad con su diferencia.

3. Actúa con gracia en respuesta a las diferencias de los demás y busca comprenderlos.

Considera: ¿Estoy rechazando a alguien a mi alrededor porque es diferente a mí?

Padre Celestial, permite que Tu bondad y gracia se reflejen en mi vida. Ayúdame a aceptar y bendecir a aquellos que son diferentes a mí. En el nombre de Jesús, amén.