¿Qué es esto? Aceptando los regalos que no pedisteMuestra

Así como la decepción de José estuvo a punto de impedirle recibir el regalo de Dios, nuestras ocupadas agendas pueden alejarnos de las cosas que Dios anhela darnos.

La Biblia dice en Juan 1:14: “El Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros”.

Dios envió a su Hijo a vivir entre nosotros y, sin embargo, la gente no lo reconoció.

No tenían lugar para Él en sus posadas, tal como nosotros tampoco tenemos lugar para Él en nuestro calendario; y debido a que no se presentó en sus vidas como ellos lo imaginaban, muchos lo desconocieron completamente.

Esperamos que Dios nos encuentre y nos bendiga, pero así como los reyes sabios fueron a encontrar a Jesús cuando era un bebé, nos muestran una mejor manera de acercarnos a Dios esta Navidad.

Los reyes sabios aceptaron el inconveniente de viajar miles de millas para encontrarse con Jesús, y aunque el mundo estaba buscando un guerrero, ellos eligieron dar la bienvenida al inesperado regalo de un bebé.

No exigieron que Jesús hiciera algún milagro para probar quién era antes de ofrecer su adoración, y no se presentaron y preguntaron qué podía hacer Jesús por ellos.

Entendieron que quien era Él importaba más que lo que podía hacer por ellos.

Isaías 9:6 dice: “Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros y se le darán estos nombres: Consejero Admirable, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”.

Aunque Dios no hubiera cambiado ciertas situaciones en tu vida este año, la magia de la Navidad es que, de hecho, quien es Él lo cambia todo.

En el caos, Él es la paz.

En la confusión, Él es sabiduría.

En la oscuridad, Él es luz.

En las dificultades, Él es esperanza.

No permitas que tu ocupada agenda te impida disfrutar del mejor regalo esta Navidad. Tómate un descanso de las preocupaciones que acompañaron este año y adora al Dios que estuvo contigo en todo momento.