¿Qué es esto? Aceptando los regalos que no pedisteMuestra

Si bien el favor de Dios es un regalo tan grande que no se puede medir, no equivale a una vida fácil.

A veces creemos que si obedecemos a Dios, nuestra vida debe estar marcada por la conveniencia y el confort, pero la historia de Navidad nos lleva a creer lo contrario.

María y José se vieron obligados a hacer un viaje por carretera en el mismo momento en que María estaba a punto de dar a luz, y cuando llegaron a su destino, ni siquiera pudieron encontrar una habitación donde quedarse.

Esta es la parte de la historia en la que la mayoría de nosotros comenzaríamos a preguntarnos si escuchamos a Dios correctamente. Si Dios, que controla todas las cosas, estuviera trayendo a su Hijo al mundo, ¿no permitiría que María diera a luz en la comodidad de su propio hogar? Hacerlo fácil para ella, ¿verdad? ¿O al menos extender la alfombra roja para su Hijo y brindarle a María la habitación más elegante a su llegada a Belén?

Pero Dios rara vez obra de la manera que esperamos y nos perdemos lo mejor de Él cuando lo limitamos con nuestras expectativas superficiales.

María y José terminaron en un lugar destinado a los animales, no a la realeza, y allí, en ese lugar oscuro y sucio, Dios les permitió desempeñar un papel fundamental en el milagro que pondría en marcha nuestra salvación.

Si este año te ha resultado incómodo, no asumas que es porque Dios no está mirando o no le importa. Las dificultades y la angustia no son señales de que no seas favorecido.

María obedeció a Dios con un espíritu agradecido, pero Dios no suavizó el camino ante ella. En cambio, Él la fortaleció para recorrer el difícil camino que le esperaba.

María probablemente deseaba estar en la comodidad de su propio hogar la noche que dio a luz a Jesús. Es normal anhelar la comodidad. Sin embargo, la belleza de esa noche fue que Dios finalmente había hecho su hogar con nosotros.

El favor de Dios en tu vida puede incluir algunos capítulos que se sienten increíblemente frustrantes, pero no te distraigas con la dificultad ni pierdas tu milagro.

Pídele a Dios que te muestre hoy dónde está obrando un milagro en medio de lo que parece un desastre.