Caminando con JesúsMuestra

Razones para alegrarse

Cuando los "setenta" regresaron dónde estaba Jesús, se alegraban de que habían echado demonios en Su nombre. No se hubieran atrevido a enfrentar a espíritus malignos en sus propias fuerzas. Al usar el nombre de Jesucristo contra Satanás reconocemos Su autoridad, nos hemos identificado con Él y aceptamos nuestra dependencia en Él.

Al enfrentar el orden establecido, los discípulos de Jesús siempre encontraremos fuerte oposición espiritual. Jesús empleó la ilustración de "serpientes y escorpiones" para describir los poderes dañinos y destructores del mal. No importa qué clase de oposición enfrentaban ellos, Él les prometió "nada les hará daño" y lo mismo sucede hoy con nosotros.

Pablo, entre sus tantas anécdotas, fue literalmente mordido por una serpiente, pero su mano ni siquiera se hinchó. El hecho fue real, pero también nos sirve de figura espiritual. Pablo representa a los creyentes, a los discípulos que incansablemente comparten la buena nueva, aun con oposición; podemos ser atacados y mordidos, pero la promesa de Jesús se cumple: "nada les hará daño".

No debe producirnos tanta sorpresa y alegría el hecho de que los espíritus malignos se sometan a la obra de Jesús por medio nuestro, como la alegría que debe producir esta certeza: Si has creído en Jesús, tu nombre está escrito en el libro de la vida y eso vale más que nada en el universo.

Esto me trae a la memoria un canto muy antiguo, que incluía un silbido, la letra decía algo así como "cuando allá se pase lista, a mi nombre, yo feliz responderé". Esa es nuestra certeza y nuestra esperanza.

• La certeza y la esperanza de la vida eterna, ¿te producen verdadera alegría?
• ¿Qué influencias de hoy podrían representarse por las serpientes y escorpiones de las que habla Jesús?
• ¿Por qué es el conocimiento de nuestra salvación más importante que echar fuera demonios?
• ¿A qué se refiere Jesús al decir “sus nombres están escritos en los cielos”?