Caminando con JesúsMuestra

La búsqueda de la vida eterna

Nuestros devocionales de esta semana se enfocarán en la importancia de las decisiones.

El joven rico tenía un problema espiritual. Aparentemente se trataba de alguien que pertenecía a algún grupo religioso de la época por dos razones, la primera es que él mismo aseguraba observar y guardar los mandamientos, la segunda es que era adinerado, algo común para los religiosos de entonces.

Sin embargo buscaba a Jesús y respuestas sobre la eternidad. Eso parece extraño para alguien que tenía suficiente conocimiento de la ley, quien presumiblemente llevaba una vida recta. Él aún no estaba seguro de poseer lo que más anhelaba: la vida eterna.

Como uno que confiaba en la ley para la salvación, la palabra “hacer” era importante a su modo de pensar. Con seguridad él había trabajado con ahínco para hacer todo lo que pensó le ganaría la vida eterna. Sin embargo, la inquietud en su espíritu le llevo a sentir que había algo que aún no había hecho. El joven rico vino a Jesús esperando que este "buen maestro" identificara "esa cosa" que todavía le faltaba.

Jesús trató de ayudar al joven rico a comprender que Él era más que un simple maestro. Luego citó algunos mandamientos de La Ley, pero no estaba enseñando la salvación por obras. Al contrario. Él estaba tratando de hacer que el hombre viera que, aunque había guardado los mandamientos, esto no le aseguraba que tendría vida eterna.

• Jesús corrigió al joven cuando éste le llamó “maestro bueno”, ¿por qué lo hizo?


• ¿Estaba el joven rico dispuesto a reconocer a Jesús como Dios o seguiría considerándolo sólo como un “buen maestro”?


• ¿Cuál es la única cosa que una persona puede hacer para obtener vida eterna?


• ¿Son necesarias las buenas obras?