Rut 

Estaba felizmente casada, tenía el trabajo de mis sueños y estaba rodeada de una familia amorosa y amigos.  Todo era familiar y confortable.  La vida era buena.

Así hasta que mi esposo y yo nos sentimos obligados a mudarnos por el país así podía quedarme en la casa de mi mamá.  Antes de que las cajas fueran desempacadas, mi hijo de 5 meses sufrió un ataque fulminante y mi vida parecía estar patas para arriba. De repente mis días estaban consumidos con hospitalizaciones y controles constantes para mi hijo.  La vida no parecía estar tan bien para mí.  

Imagino que el sentimiento debe haber sido el mismo para Rut. Pasó de estar casada y vivir una vida confortable entre su gente a ser una viuda, pobre, una extranjera pagana.  ¡Hablando de que la vida se pone de cabezas!

Cuando enfrentas cambios tan drásticos, no me sorprendería si la respuesta de Rut a las cirscunstancias la llevara a retrotraerse, ya que sus pensamientos estaban llenos de tristeza, enojo y sentimiento de abandono.  Tenía una salida fácil cuando su suegra Noemí la bendijo y le dijo que volviera con su gente.

Pero para mi sorpresa y la de Noemí también, Rut le rogó ir con ella y seguirla de todo corazón.  Fue fiel y amable con su suegra.  Rut trabajó diligentemente para sustentarla.  Siguió el consejo de Noemí.  En medio de una gran tragedia vemos cómo Rut respondió con amor y gracia.  Como resultado, fue grandemente bendecida.  Qué ejemplo sorprendente a seguir.  

La realidad es que todos enfrentamos circunstancias difíciles en nuestras vidas, puede ser un matrimonio difícil, un hijo con una enfermedad, o la pérdida de un ser amado.  La solución tentadora puede ser preguntarnos: “¿Por qué yo?” o quejarnos: “¡Ay de mí”. Pero la vida de Rut demuestra que no podemos dejar de vivir o llenarnos de tristeza y resentimiento.  En nuestro camino de fe, es mejor avanzar, lo que sólo podemos hacer con la ayuda de Dios.  Esto requiere de “tirar de las riendas" como dice el pastor Mike Hayes.  

No es fácil, pero en nuestra debilidad, Dios se hace fuerte.  Nos puede usar en cada circunstancia para Su gloria.  Dios puede cambiar nuestro lamento en danza y nuestro llanto en gozo.

¿Cuál será tu respuesta?  

~Joyce

Del editor:  Gracias por leer la parte 1 de Las hijas de Eva. ¡Esperamos haberte alentado con sus historias!.  Si quieres aprender más sobre las mujeres del Antiguo Testamento, subscríbete a la parte 2 de este Plan: https://www.bible.com/reading-plans/9115-eves-daughters-life-lessons-women-scripture-part-2