El valor de volver a casaMuestra

El Pastor sigue caminando.

Dios no te busca por obligación, sino por amor. Cuando Jesús dice “conozco mis ovejas”, no habla de un conocimiento superficial; habla de intimidad, de reconocer tu voz entre millones. Incluso cuando te alejaste, Él no dejó de caminar tras tus huellas. Muchos pensarán que si te fuiste, perdiste tu lugar. Pero con Dios nunca se pierde el lugar; solo se retrasa el abrazo. El Pastor no camina con prisas. Va al ritmo de tus heridas, deteniéndose donde caíste, recogiendo los trozos que rompiste. Él sigue caminando no porque te necesite, sino porque te ama. Y su amor no se rinde, ni se cansa, ni olvida. Tal vez hoy no lo veas, pero cada paso que das en dirección a Él, es también un paso que Él ya dio hacia ti.

Oración:
Jesús, gracias porque tus pasos no se detienen cuando los míos tropiezan. Acompáñame mientras vuelvo al camino, y enséñame a reconocerte en cada detalle de mi vida.