Grupos Pequeños: La Gestión Del LíderMuestra

Día 7: Intercesión, la oportunidad de lo sobrenatural

La oración es el lenguaje del alma que clama a Dios, pero la intercesión va un paso más allá: es colocarse en la brecha por otros, es abrir las puertas del cielo a favor de quienes quizá hoy no tienen fuerzas para orar. En los grupos pequeños, la intercesión representa una oportunidad poderosa para ver a Dios obrar de forma sobrenatural, no solo en los temas espirituales, sino también en las realidades prácticas de la vida diaria.

Cuando un grupo intercede, une su fe en una sola voz que clama con fervor, que se identifica con el dolor ajeno, que no solo “pide por” sino que “carga con”. Jesús mismo intercede por nosotros ante el Padre (Hebreos 7:25), y nos invita a participar de ese ministerio celestial, intercediendo unos por otros. Esta práctica no solo fortalece la comunión del grupo, sino que lo conecta con el mover del Espíritu Santo.

El líder de grupo pequeño tiene la responsabilidad y el privilegio de promover tiempos de intercesión sinceros, sin presión ni manipulaciones, donde la oración sea un canal de sanidad, consuelo, restauración y milagros. Hay cadenas que se rompen en la oración colectiva, hay corazones que se abren cuando sienten que alguien ora por ellos con compasión genuina. No se trata de una fórmula, sino de una entrega: estar disponibles para clamar.

La intercesión también enseña a los miembros a poner la mirada más allá de sus necesidades personales. En un mundo individualista, aprender a orar por otros es contracultural y profundamente transformador. Se crea una cultura de empatía, de unidad y de amor práctico. Es allí donde lo sobrenatural encuentra un terreno fértil: cuando el grupo ora con una misma mente y un mismo sentir.

Abrir un espacio semanal para la intercesión puede marcar la diferencia entre un grupo superficial y uno que camina en el poder del Espíritu. Porque cuando oramos juntos, Dios se manifiesta con poder, y el grupo se convierte en un agente de bendición en su comunidad.

Aplicación práctica: Esta semana, dedica un tiempo en el grupo a orar exclusivamente por las necesidades de los demás. Hagan una lista y comprométanse a interceder por ellas durante toda la semana.