Los Lenguajes Del Amor Para MatrimoniosMuestra

Un cambio de corazón

Con el estrés que producen las agendas ocupadas y la rutina de la vida, a veces la pasión por nuestro cónyuge o por servir a nuestros hijos comienza a flaquear. Si no tratamos con esta situación, podemos encontrarnos con serios problemas en la dinámica familiar. Lamentablemente, nosotros mismos no podemos hacer los cambios necesarios. Necesitamos que Dios cambie nuestro corazón. Felizmente, Dios puede ayudar a que la familia sea funcional.

Escuchamos mucho sobre familias disfuncionales, pero ¿qué podemos decir de las familias funcionales? ¿Cómo es una buena familia? La señal más importante de una buena familia es la actitud de servicio. El esposo sirve a la esposa y ella a él. Juntos sirven a sus hijos y los hijos aprenden a servir a los padres. ¿Se parece esto a tu familia?

Para servir a tu cónyuge, no necesitas tener sentimientos cálidos hacia él o ella, antes bien, debes tener una relación íntima con Dios. Dios no quiere que lo sirvas por obligación, sino porque Dios ha tocado tu corazón con su amor. A través de ti, el amor de Dios bendice a tu familia. Todo comienza con una oración: “Padre, dame la misma actitud de Cristo hacia mi familia”.

Reflexión y estudio
Conversa y reflexiona con tu cónyuge sobre estas preguntas:

• ¿Tiene tu familia una actitud de servicio? Explica tu respuesta.
• ¿Cuál es la diferencia entre amar a tu cónyuge y estar “enamorado/a” de tu cónyuge?
• ¿Por qué es importante no dejar que los sentimientos dicten tus acciones hacia tu cónyuge?

Medita en estos pasajes para un estudio adicional sobre el amor de Dios: Sofonías 3:17; Romanos 8:37-39; 1 Juan 4:7-8.

Guía de oración
Al orar…

• agradece a Dios por haber traído a tu cónyuge a tu vida;
• pídele que te dé sabiduría para entender tus sentimientos hacia tu cónyuge;
• pídele que haga fluir su amor a través de ti a tu familia.