Esperanza Que No DesesperaMuestra

Día 2 - Esperanza en medio de la oscuridad

Versículo clave:

“Esto traigo a mi corazón, Por esto tengo esperanza: Que las misericordias del Señor jamás terminan, Pues nunca fallan Sus bondades; Son nuevas cada mañana; ¡Grande es Tu fidelidad!"
(Lamentaciones 3:21-23 NBLA).

Jeremías escribió estas palabras cuando todo estaba destruido: su ciudad en ruinas, su gente en dolor y él mismo sin fuerzas. Pero en medio de ese momento tan oscuro, hizo algo que cambió todo:decidió traer a su corazón una verdad más grande que su dolor.

Él no se olvidó de lo que estaba pasando, pero eligió recordar que el amor de Dios no tiene fin y que cada mañana, Él renueva su fidelidad. Eso lo sostuvo cuando todo parecía perdido.

Tal vez hoy tú también te sientes rodeado por situaciones que no entiendes. La tristeza, el cansancio o la incertidumbre pueden ser tan fuertes que parece que la esperanza se te escapa de las manos. Pero la historia de Jeremías te muestra algo:puedes elegir qué recordar. Puedes decirle a tu corazón:“El amor de Dios no se acaba conmigo; mañana voy a encontrar misericordia de nuevo”.

La esperanza no niega el dolor; la esperanza elige dónde mirar. Y cuando eliges mirar a Dios en medio de la oscuridad, descubres que nunca estuviste solo.

Oremos:
Señor, quiero recordar quién eres cuando todo a mi alrededor parece apagado. Tu amor por mí no se termina y cada mañana vuelves a darme nuevas oportunidades. Ayúdame a confiar en ti y a descansar en tu fidelidad. En el nombre de Jesús, amén.

Para reflexionar:

• ¿Qué te está robando la esperanza en este tiempo?
• ¿Puedes hacer el mismo ejercicio que Jeremías y traer hoy a tu mente algo que Dios ya hizo por ti?