Esperanza Que No DesesperaMuestra

Día 1 – Esperar contra esperanza

Hay momentos en los que la palabra “esperanza” parece una broma cruel. Abraham lo sabía. Dios le había prometido un hijo, pero su cuerpo estaba envejecido y Sara era estéril. Todo indicaba que era imposible.

Cuando Dios le prometió a Abraham que sería padre, él tenía setenta y cinco años y su esposa Sara era ya estéril. Pasaron los años, la promesa parecía olvidada y la realidad gritaba lo contrario. A los noventa y nueve años, Dios volvió a recordarle lo que había dicho, pero todo seguía igual: sin hijos, con el cuerpo envejecido y sin ninguna razón lógica para esperar.

Sin embargo, la Biblia dice algo increíble:Abraham creyó en esperanza contra esperanza.
¿Qué significa eso? Que decidió creerle a Dios cuando ya no había ninguna razón humana para hacerlo. Eligió mirar más allá de lo que podía ver, sentir o entender.

La verdadera esperanza no es optimismo ciego ni pensamientos positivos.La esperanza bíblica se sostiene en la fidelidad de Dios. Cuando tus fuerzas se terminan y los recursos se agotan, empieza el terreno donde Dios obra.

Quizás hoy te encuentres como Abraham: todo parece muerto, todo parece tarde. Pero la historia de Abraham nos recuerda quela fe no se trata de lo que ves, sino de en Quién crees.

Cuando ya no hay motivos para esperar, Dios se convierte en tu único motivo.

Oremos:

Señor, hoy decido creerte aunque mis ojos no vean nada. Tú eres mi esperanza aun cuando todo parece imposible. Ayúdame a confiar en tu promesa y a descansar en tu fidelidad. En el nombre de Jesús, amén.