Rut: Una historia sobre el amor redentor de DiosMuestra

Muchas historias encantadoras terminan con: “Y vivieron felices para siempre”. No en el caso de Rut. Esta historia va más allá de “felices para siempre” y llega al linaje de Cristo. Los últimos seis versículos de Rut son los más importantes del libro porque nos muestran, una vez más, como Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman. (Romanos 8:28) A lo largo del libro de Rut, vemos cómo Dios usó el tapiz de vidas humanas para realizar sus planes. Los versículos finales demuestran que la perfecta voluntad de Dios se logra a pesar de nuestras decisiones menos que perfectas y de nuestros tropiezos en la vida.

La perfecta voluntad de Dios nos incluye, pero no se centra en nosotros. En su libro Dios fiel: una exposición sobre el libro de Rut, Sinclair Ferguson dijo: “El significado más profundo de lo que Dios está haciendo se encuentra mucho más allá de la vida de sus personajes centrales”. Todos los creyentes tienen un propósito mayor que el que ocurre en su vida diaria. Esto se evidencia por el hecho de que los tres personajes principales del libro se desvanecen en la memoria en los últimos seis versículos, ya que su historia no es la principal. Sin embargo, los personajes juegan un papel integral en la historia de la salvación. La bondad amorosa mostrada por Rut y Booz pone en marcha la salvación que se extiende a todo el mundo.

De estos últimos versículos de Rut queda claro que la razón fundamental de Dios para todo en esta historia fue lograr un propósito específico: el nacimiento de Jesucristo. Esto incluye que Noemí se mudase a Moab, la esterilidad inicial de Rut, la muerte del marido y los hijos de Noemí, la permanencia de Rut a su lado, Rut espigando en el campo de Booz, el plan arriesgado de Noemí (que al final funcionó), la negativa del otro pariente redentor y el nacimiento de Obed a Booz y Rut.

Génesis 3:15 es famoso como el protoevangelium porque es la primera (proto) proclamación del evangelio (euangelion). Dios prometió darle un golpe mortal a Satanás a través de la descendencia de Eva. Cuando Dios se refirió a la descendencia de Eva, se refería a Jesucristo, su único Hijo, quien le asestó el golpe final a Satanás cuando murió en la cruz. En apenas tres capítulos de la Biblia, este versículo puso en marcha la historia de Jesús, que continúa a través de Rut y del resto de las Escrituras. La promesa de Génesis 3:15 se cumplió gracias a la providencia soberana de Dios en una pequeña y aparentemente insignificante familia de Belén.

Estas genealogías elevan la historia de Rut de ser un cuento de pueblo pequeño a ser uno de importancia nacional y eterna. En los días oscuros de los jueces, se sentaron las bases para el linaje que produciría el Salvador, Mesías y Redentor de una humanidad perdida y desamparada. La semilla de la mujer sería revelada a través de Booz y Rut, David y Betsabé, y José y María. En el Salmo 132:12, Dios prometió que uno de los hijos de David, uno incluso mayor que David, reinaría para siempre. De hecho, Dios alineó todos los eventos durante cientos de años para lograr el bien supremo que tenía reservado para quienes confían en Él.

En el centro de la historia de Rut se encuentran cuatro verdades teológicas importantes:

1. La providencia de Dios es algo de lo que podemos depender. Puede que no siempre podamos ver o comprender las acciones de Dios, pero podemos estar seguros de que Él tiene el control y no abandonará a sus hijos.

2. Debemos demostrar bondad amorosa hacia los demás como Dios nos la demuestra a nosotros.

3. Dios responde las oraciones de su pueblo y sus bendiciones se extienden desde nuestras vidas hasta las generaciones venideras.

4. Necesitamos un Pariente Redentor que nos amó tanto que murió para reconciliarnos con Dios. Nadie está fuera de la gracia de Dios, y los “más pequeños de estos” - pecadores, gentiles y marginados sociales - todavía están siendo redimidos.