No está bienMuestra

Una de las primeras cosas que hace un director de cine cuando comienza un nuevo proyecto es seleccionar a sus actores. Intentan captar las estrellas más grandes posibles y a los intérpretes más talentosos para hacer la película tan buena como sea posible. Nadie quiere hacer una película con un puñado de actores que no son talentosos en lo que hacen.

Bueno, casi nadie... Piensa en Dios como el director de la vida y cada persona ha sido escogida en la película. Sería bonito si todos estuviéramos hechos para ser grandes estrellas y actores ganadores de los Oscar, pero no es ese el caso. Y creélo o no, Dios lo planeó de esa manera.

En la lectura de hoy, Pablo dice que Dios realmente nos escogió para nuestros papeles porquenoéramos famosos. Dios sabe cuantos de nosotros luchamos con preocupaciones y estrés y siente como no estamos a la altura de quienes se supone debemos ser. No estamos desanimando a Dios porque se es exactamente como Él lo planeó.

Mira, Dios quiere que todos nosostros apuntemos hacia Jesús. Cuando nos sentimos, débiles, exhaustos, agotados o estresados, podemos confiar en Jesús porque es el único que se supone está manejando esto en primer lugar. ¡Tu no estabas destinado a manejar esto por tu cuenta! Tu estabas destinado a confiar en Jesús. Y cuando lo haces, verás quien es la estrella real de este espectáculo.