LiberarseMuestra

"Tercer Beneficio: Encontrar la satisfacción en Dios"
La Biblia usa la palabra alma de muchas maneras. Una de ellas es para referirse a esa parte de nosotros que no es material. Cuando hablo del hambre del alma, me refiero a nuestra de necesidad de satisfacción espiritual. Este tema no es fácil para muchos, pero es tiempo de dejar que la luz rompa las cerrojos de los armarios de nuestra insatisfacción secreta.
¿Qué crees que significa realmente el sentirse satisfecho? ¿Está tu alma, tu espíritu, lo más profundo de tu ser, tu verdadero yo, completamente satisfecho con Cristo?
En Jeremías 31:25 la palabra hebrea para satisfacer es masculina, significa "llenar, lograr, la llenura de algo que estaba vacío... la acción de plenitud al igual que la experiencia de saciarse". La palabra para desmayarse es da'ab, que significa "languidecer" (Strong's). Podemos ser llevados fácilmente a cautividad al buscar otras respuestas a necesidades y deseos que solo Dios puede dar. Una parte crucial de la liberación en Cristo es permitir que Él llene nuestros vacíos.
La plenitud que solo Cristo puede dar no viene automáticamente cuando somos salvos. Tenía unos 30 años cuando comprendí la gran diferencia entre la salvación del pecado y la satisfacción del alma. La salvación asegura nuestras vidas por la eternidad. La satisfacción del alma nos asegura una vida abundante en la tierra. A menudo, Dios nos enseña verdades espirituales comparándolas con realidades físicas.
Cuando tienes hambre, buscas lo que satisfaga tu necesidad. Si ignoras tus necesidades físicas el tiempo suficiente, no solo te sentirás miserable sino que enfermarás. Puedes reconocer fácilmente las señales que tu cuerpo te da, pero gran sabiduría hay en aprender a discernir las señales de tu espíritu.
El síntoma más claro de un alma necesitada de la satisfacción de Dios es el sentir un vacío interno. La conciencia de un "lugar hueco" en lo más profundo. La constante imposibilidad de sentirse lleno.
Podemos asumir de forma positiva que nuestra alma tiene hambre y sed de Dios si no hemos comido ni bebido alimento espiritual por mucho tiempo. ¡Vuelve al Pan de Vida y al Agua de Vida! "Prueben y vean que el Señor es bueno" (Sal. 34:8).
Dios puede satisfacer tu alma anhelante. Satisfacer los lugares más íntimos con Jesús es un beneficio de la gloriosa relación de pacto que tienes con Dios en Cristo.
¡Abre la puerta, Amado! Él espera satisfacer tu alma hambrienta.
La Biblia usa la palabra alma de muchas maneras. Una de ellas es para referirse a esa parte de nosotros que no es material. Cuando hablo del hambre del alma, me refiero a nuestra de necesidad de satisfacción espiritual. Este tema no es fácil para muchos, pero es tiempo de dejar que la luz rompa las cerrojos de los armarios de nuestra insatisfacción secreta.
¿Qué crees que significa realmente el sentirse satisfecho? ¿Está tu alma, tu espíritu, lo más profundo de tu ser, tu verdadero yo, completamente satisfecho con Cristo?
En Jeremías 31:25 la palabra hebrea para satisfacer es masculina, significa "llenar, lograr, la llenura de algo que estaba vacío... la acción de plenitud al igual que la experiencia de saciarse". La palabra para desmayarse es da'ab, que significa "languidecer" (Strong's). Podemos ser llevados fácilmente a cautividad al buscar otras respuestas a necesidades y deseos que solo Dios puede dar. Una parte crucial de la liberación en Cristo es permitir que Él llene nuestros vacíos.
La plenitud que solo Cristo puede dar no viene automáticamente cuando somos salvos. Tenía unos 30 años cuando comprendí la gran diferencia entre la salvación del pecado y la satisfacción del alma. La salvación asegura nuestras vidas por la eternidad. La satisfacción del alma nos asegura una vida abundante en la tierra. A menudo, Dios nos enseña verdades espirituales comparándolas con realidades físicas.
Cuando tienes hambre, buscas lo que satisfaga tu necesidad. Si ignoras tus necesidades físicas el tiempo suficiente, no solo te sentirás miserable sino que enfermarás. Puedes reconocer fácilmente las señales que tu cuerpo te da, pero gran sabiduría hay en aprender a discernir las señales de tu espíritu.
El síntoma más claro de un alma necesitada de la satisfacción de Dios es el sentir un vacío interno. La conciencia de un "lugar hueco" en lo más profundo. La constante imposibilidad de sentirse lleno.
Podemos asumir de forma positiva que nuestra alma tiene hambre y sed de Dios si no hemos comido ni bebido alimento espiritual por mucho tiempo. ¡Vuelve al Pan de Vida y al Agua de Vida! "Prueben y vean que el Señor es bueno" (Sal. 34:8).
Dios puede satisfacer tu alma anhelante. Satisfacer los lugares más íntimos con Jesús es un beneficio de la gloriosa relación de pacto que tienes con Dios en Cristo.
¡Abre la puerta, Amado! Él espera satisfacer tu alma hambrienta.
Acerca de este Plan

Liberarse te guía a través de un estudio de las Escrituras para descubrir el poder transformador de la libertad en Cristo. Los temas de este estudio provienen de Isaías, un libro sobre la captividad de los hijos de Dios, la fidelidad de Dios y el camino a la libertad.
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Quisiéramos agradecer a Beth Moore y a Lifeway Christian Resources por proporcionarnos este plan. Para más información, por favor visita: http://www.lifeway.com/