Un enfoque bíblico para criar a tu hijo deportistaMuestra

¿Entrenador, estás loco? (Límites para interactuar con el entrenador)

EN SUS MARCAS:

“Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él”. Romanos 13:1

PREPARADOS: Los entrenadores entrenan; los padres crían.

¿Pensaste alguna vez que el entrenador de tu hijo está loco? La relación entrenador/padre puede ser compleja. El entrenador debe entrenar y los padres deben criar. A cada uno se le debe dar respeto y libertad en sus respectivos roles. El padre otorga al entrenador una medida de autoridad y responsabilidad, lo que significa que el entrenador es el "jefe" en cuanto a los deportes del niño. Lo ideal es que padres y entrenadores trabajen juntos asegurando una mejor experiencia para el niño.

Lamentablemente, los padres y entrenadores difieren con frecuencia sobre lo que es lo mejor. Los entrenadores impactan notablemente en los atletas dejándoles experiencias que alteran de por vida su visión de los deportes como padres.

¿Cómo interactúas con el entrenador de modo que agregues valor a esa experiencia? Podría necesitarse un enfoque diferente si se trata de una relación negativa entre padre y entrenador. Algunos ejemplos prácticos para una buena interacción con el entrenador:

· Abstente de entrenar a tu hijo desde las gradas---recuerda que eres el padre.

· Infórmate sobre los métodos del entrenador; programa citas para conversar sobre tu hijo.

· Abstente de hacer comentarios peyorativos dirigidos al entrenador desde las gradas.

· Evita comparar y hablar de otros jugadores al hablar con el entrenador.

· Anima a tu hijo a hablar primero con el entrenador acerca de cualquier inquietud.

Quizá las tres palabras más poderosas en la vida de un atleta sean "el entrenador dijo". Recuerda, la relación padre/entrenador es como todas las relaciones. Considera cómo podrías añadir valor a la experiencia del entrenamiento. ¡Tu hijo se beneficiará de ese enfoque y estará agradecido por ello!

Antes de leer estos versículos, pídele a Dios que te muestre cómo ser más proactivo en tu relación con el entrenador en lugar de reaccionar a lo que creas que está mal.

LISTOS:

Santiago 1:19-20

Proverbios 15:18

Colosenses 3:13

Romanos 13:1

FUERA:

1. Santiago 1:19-20 dice que seamos “prontos para oír, tardos para hablar”. ¿Cómo aplicarías este principio para hacer más amena la experiencia deportiva para ti y tu familia?

2. Lamentablemente, surgirán desacuerdos entre padre y entrenador. ¿Qué guía recibes de Colosenses 3:13 para aplicarla en futuros desacuerdos con el entrenador?

3. ¿Cuál es tu conclusión sobre los versículos de esta lección?

TIEMPO EXTRA: Sesión de Práctica

1. Haz una lista de cómo podrias añadir valor al trabajo del entrenador.

2. Conversa con tu cónyuge o amigo de confianza sobre lo que te causa emociones negativas durante los partidos de tu hijo. Analízalos a fondo; enojo, miedo, celos, amargura, luego confiésalos a Dios. Pídeles orar contigo y por ti.