Un enfoque bíblico para criar a tu hijo deportistaMuestra

Influencia o ídolo: ¿cuál debería ser mi perspectiva sobre los deportes?

PREPARADOS:

“No tendrás otros dioses aparte de mí”. Éxodo 20:3

EN SUS MARCAS: El deporte es lo que hacemos, no lo que somos.

A temprana edad me di cuenta que recibí mucha fama a través del deporte. Es normal que los niños quieran ser reconocidos y admirados, y el deporte cumplió este deseo en mí durante mis años de formación. Vivía para el deporte y eso me dio el reconocimiento que anhelaba.

Un ídolo puede ser considerado un objeto de extrema devoción o de adoración. Vaya... devoción y adoración parecen palabras más apropiadas para la iglesia que para un campo de fútbol. Cuando era niño, los deportes eran mi ídolo y desde entonces, he estado luchando contra esa tentación.

La tentación a la idolatría no termina cuando colgamos nuestros zapatos; puede seguirnos hasta la paternidad. Mi papá estaba tan orgulloso de mis primeros logros deportivos que mandó hacer una hermosa vitrina para mostrar mis trofeos como la prueba de mis éxitos. Que un padre orgulloso tenga una vitrina para los premios deportivos de su hijo tiene varios aspectos positivos. Sin embargo, un riesgo evidente está asociado al enfatizar demasiado las aficciones y es que podría exponer a nuestros hijos a identidades o creencias falsas.

Padres, ustedes juegan un papel clave al ayudar a su hijo a desarrollar una perspectiva saludable sobre los deportes competitivos. Ellos seguirán su ejemplo al determinar si consideran los deportes una influencia saludable en sus vidas o un ídolo destructivo que nunca llena el vacío reservado solo para Dios. Pídele a Dios que te muestre cómo evitar que el deporte se convierta en un ídolo en tu familia.

LISTOS: Discusión bíblica

Mateo 6:21

Mateo 6:33

Lucas 16:13

1 Timoteo 4:7-8

FUERA:

1. Encuentra en estos versículos principios o lecciones que ayuden a que los deportes no se conviertan en un ídolo en tu vida.

2. 1 Timoteo 4:7-8 compara el “ejercicio en la piedad” con el “ejercicio del cuerpo”. Tu hijo ya está entrenando su cuerpo. ¿Cómo puedes ayudarlo a “entrenarse en la piedad”?

3. ¿Cuál es la conclusión de estos versículos que se podría aplicar a la crianza de tu hijo?

PRÓRROGA: Sesión de práctica

1. ¿Estarías dispuesto a hacer esta oración?

“Señor, me doy cuenta de que el juego de mi hijo es solo eso… un juego. Por favor, ayúdame a mantener sus deportes en la perspectiva correcta. Ayúdame a luchar contra la tentación de dar más importancia a sus actividades deportivas que a su crecimiento espiritual. Sigue recordándome el peligro de que los deportes se conviertan en un ídolo para ellos y para mí. Ayúdame a tener siempre a Jesús como la prioridad en todo. Oro en el nombre de Jesús, amén”.

2. ¿Por qué me enojo tanto cuando mi hijo no se desempeña como yo sé que puede hacerlo? ¿Por qué es tan importante que mi hijo sea un jugador estrella? Cuando mi hijo no se desempeña bien, ¿me duele por él, o por mí? ¿Mis expectativas sobre la experiencia deportiva de mi hijo son iguales que las suyas?