7 Días de esperanza para superar trastornos de conducta alimentariaMuestra

La verdad prevalecerá

Hay muchos factores para superar los TCA, pero luchar y reemplazar los comentarios negativos que uno mismo se dice, es vital. Lo que pensamos se convierte en lo que creemos, y lo que creemos eventualmente se convierte en quienes somos. No solamente la ciencia confirma este concepto, sino la Biblia también afirma en Proverbios 23:7: “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”.

Nuestras mentes son mucho más poderosas de lo que podemos imaginar. Al repetirnos pensamientos y comportamientos, comenzamos a crear rutas neuronales en el cerebro que se convierten en patrones que fácilmente formarán hábitos. Bastan tan solo veinte repeticiones para formar una ruta neuronal y entre cuarenta y cincuenta para crear un hábito. Considera esto: ¿Cuántas veces al día tienes un pensamiento contraproducente?

Es abrumador pensar en la realidad de esa respuesta. Quizás llegas al límite de veinte antes que el día termine. Por eso es absolutamente esencial ser consciente de lo que realmente pensamos y nos decimos a nosotros mismos. Pablo explicó en la segunda carta a los Corintios por qué debemos cambiar nuestro diálogo interno y cómo hacerlo.

Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, (2 Corintios 10:5).

Si constantemente te repites: “No soy lo suficientemente bueno” “Nunca me amarán como soy” “Si tan solo me pareciera más a _____,” “Dios debería haberme hecho diferente” y así sucesivamente, terminarás creyendo que esos pensamientos son verdad. Sin embargo, creer esos pensamientos es desobedecer a Cristo. Dios no diceni dirá nunca eso sobre nosotros.

Por el contrario, el enemigo ciertamente sí lo hará. Él es el padre de las mentiras, cuya meta es hacernos creer lo peor de nosotros mismos. Si nos puede convencer de que somos insuficientes, sabe que nos detendrá y no seremos capaces de completar la obra a la que Dios nos ha llamado. Pero cuando escuchamos a nuestro Padre Celestial, quien declara “Yo soy la verdad”, comenzaremos a vernos como Él nos ve: amados, llamados, suyos, dignos, hijos de luz, escogidos y redimidos. ¡Increíble! ¿Te imaginas cómo sería si decides creer que eso es quien eres? Dios es Verdad. Él es incapaz de mentir. Él ha dicho esto de ti y eres libre de creerlo. Toma cautivo cada pensamiento que te diga lo contrario y reemplázalo con Su Verdad. Vive hoy en la libertad de quién Dios dice que eres.