Jesús: Milagros Sin LímitesMuestra

¡Jesús milagros sin límites!

La realidad que vemos hoy es de un mundo cada vez mas hedonista y acelerado que nos ha llevado a vivir una cultura donde todo es urgente y de que si necesito algo, lo necesito para ayer ¿Te suena? Esto está convirtiéndonos en consumidores cada vez mas adeptos al fast-food (comida rápida) y no te estoy hablando solamente de comida, sino de todas las áreas ̈hambrientas ̈ en nuestra vida. Nos acostumbramos a la practicidad y comodidad de tener todo a la mano justo en la hora que queremos, porque tiempo es dinero, y no podemos esperar ni un segundo más. Por eso, ni se nos ocurre escuchar la palabra “proceso” porque eso significa tener que esperar.

Muchas veces sin darnos cuenta nos dejamos llevar por esta ola y queremos que Dios sea como las aplicaciones que solemos descargar en nuestros móviles que entregan comida o paquetes en la comodidad de nuestro hogar a cualquier momento, a tan solo un clic. Un 112 del cielo. Te confieso que seria genial, pero con Dios no funciona así, Él tiene un propósito para todo lo que sucede en nuestra vida, por lo tanto, no hay atajos.

Así le sucedió a Lázaro, el hermano de Marta y María. Un milagro muy conocido que encontramos en el capitulo 11 del libro de Juan y que tiene mucho que enseñarnos.

Marta y María vivían un drama familiar con la enfermedad de su hermano y lo primero que hicieron fue hacer que esta noticia llegara hasta su amigo Jesús. Además de creerle, tenían urgencia de su presencia porque sabían que esta sería la oportunidad de ver sanado a su hermano, pero Jesús fue a su encuentro tan solo dos días después cuando Lázaro ya había muerto. Cuando Jesús se aproximó al pueblo donde vivían, las dos hermanas dijeron lo mismo cuando le vieron: "Señor si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. "(vs 21 y 32). A Marta, Jesús le declaró la verdad de quien era Él: “Yo soy la resurrección y la vida” (vs. 25), pero fue la sinceridad de las palabras de María las que conmovió a Jesús y lo llevó al sepulcro para que el milagro en la vida de su hermano fuese hecho. ¡Lázaro había resucitado!

Esta historia nos enseña que la espera en el proceso puede ser doloroso, tener mal olor inclusive, pero al final vivir el proceso produce resultados divinos, porque nos hace cambiar nuestra actitud. Al fin y al cabo, lo que importa no es solamente alcanzar una bendición, lo realmente importante es tener y desarrollar una verdadera relación íntima con aquel que nos bendice en todo tiempo.

¡Si tenemos a Jesús, lo tenemos todo! ¡Él es la fuente de amor y milagros sin limites! Lo sobrenatural pasa a ser lo natural porque Dios no cambia, sigue siendo el mismo, está listo y tiene el poder incluso para hacer el milagro hoy mismo y aunque pueda tardar días, semanas, meses o años, su Gracia será suficiente en nuestra vida y nos hará permanecer porque sabemos que Él estará con nosotros

¿En quiénes nos estamos convirtiendo durante el proceso?, esa es su preocupación, porque el milagro nunca se trata solamente de nosotros, sino de aquellos a quien Dios quiere alcanzar por medio de nosotros. El milagro de Lázaro hizo que muchos creyesen a Jesús.

Te animo a que declares estas palabras: Yo soy un milagro, porque he decidido obedecer, confiando en Jesús y en su poder. El trae vida a mis días más grises y hace nuevas todas las cosas. ¡Él nunca tarda, siempre llega a tiempo!