Grupos pequeños, gran crecimientoMuestra

Por favor pasa los dones

Imagina en tu mente tu comida navideña favorita. Para muchos, es la del día de Acción de Gracias. Pavo, jamón, relleno, puré de patatas, crema de maíz, pastel de calabaza y pastel de nueces... ¿tienes hambre? Ahora imagina esa misma comida sin tu plato favorito en la mesa. Has esperado todo el año por esto y tu plato favorito no está por ningún lado. Un poco desalentador, ¿no?

Los grupos pequeños son así. La Escritura aclara que Dios le da a cada creyente un don espiritual. El propósito de este don es ayudar a edificar la Iglesia. Cuando un grupo de creyentes se reúne, cada uno trae su don "a la mesa". ¡Combinados, son poderosos!

Así que, cuando los seguidores de Cristo no están comprometidos en comunidad, es como si alguien no hubiera traído el pavo (o el pastel de calabaza) al día de Acción de Gracias. Nadie recibe la bendición del don de cada persona y el grupo se pierde de ese algo especial que solo cada individuo puede traer. El resultado es crecimiento obstaculizado y poder sin explotar dentro del grupo como un todo.

Reflexiona: ¿Cuáles son tus dones espirituales? ¿Cuáles son los dones de cada persona dentro de tu grupo pequeño? ¿Lo sabes? ¿Lo saben ellos? Si no lo has hecho aún, guía a tu grupo a través de una evaluación de dones espirituales. Una vez que los dones de cada uno estén identificados, ¿cómo puede cada persona ponerlos en práctica?