La Verdadera Virtud: Centrarse en lo que más importaMuestra

Perseverancia 

En un mundo en el que tenemos acceso a tanta gratificación instantánea, es fácil preocuparse por algo, pero es difícil comprometerse con algo, ya sea un programa de televisión, una causa que nos interesa o incluso una amistad. 

Piensa en ello. Cuando ocurre una injusticia, es fácil publicar sobre tu rabia y luego olvidarte de ella al día siguiente. Cuando te sientes solo, es fácil pasar horas pensando en alguien en lugar de conectar intencionadamente con esa persona.

Pero al final del día, reconocemos que nos falta algo. Y ahí es donde entra otra virtud: la perseverancia. 

Lo que ocurre con la perseverancia es que hay que demostrarla, no sólo proclamarla. Y eso lo hace aún más difícil porque la perseverancia suele nacer del dolor. 

Nadie lo sabía mejor que Pablo, que básicamente podría dar una charla TED sobre cómo es perseverar en las pruebas. 

Revisemos: 

• Fue encarcelado en repetidas ocasiones. 


• Naufragó no una sino tres veces diferentes. 


• Recibió latigazos no una sino cinco veces diferentes. 


• Fue apedreado, golpeado, se enfrentó al peligro en casi todas partes, y llevó la carga de pastorear varias iglesias. 


• A menudo carecía de alimentos y de ropa adecuada.

Cualquiera de esas cosas requeriría una gran perseverancia. ¿Pero todas ellas? Parece imposible. 

A veces, leemos las Escrituras y olvidamos que estos personajes son humanos con sentimientos, miedos y necesidades físicas reales. Pablo no era un superhéroe. Era un hombre corriente. 

Sin embargo, cuando se enfrentó a estas pruebas, no tiró la toalla. No se quejó de lo horrible que era su vida. No empezó a gritarle a Dios sobre lo injusto que era que por seguirle le costara todo. 

Tomó su dolor y lo convirtió en un propósito. Mientras estaba en prisión, escribió estas palabras: 

"Además, mis amados hermanos, quiero que sepan que todo lo que me ha sucedido en este lugar ha servido para difundir la Buena Noticia. Pues cada persona de aquí—incluida toda la guardia del palacio—sabe que estoy encadenado por causa de Cristo" Filipenses 1:12-13 NTV.

Pablo no negaba su realidad. Reconocía que era difícil. De hecho, enumeró sus experiencias dolorosas en 2 Corintios. Pero se dio cuenta de que tenía una opción. 

Podía elegir mirar la vida a través del dolor de sus circunstancias. O buscar la bondad de Dios incluso en medio de su sufrimiento. 

Al igual que Pablo, nosotros tenemos la opción diaria de perseverar. Jesús nos prometió que tendremos problemas en esta vida. Pero en esos días difíciles, aquellos en los que es difícil ver la bondad de Dios, podemos elegir seguir adelante, sabiendo que nuestro premio eterno vale más que nuestro dolor temporal. 

Y cuando sentimos que no podemos seguir adelante, Dios nos encuentra allí con más de Su gracia, Su fuerza y Su poder. 

Oración: Dios, me doy cuenta de que a menudo es tentador para mí abandonar en lugar de comprometerme. Pero quiero crecer en la virtud de la perseverancia. Padre, dame hoy más de Tu gracia y fuerza para que pueda perseverar en la carrera a la que me llamas. Como Pablo, ayúdame a encontrar un propósito en mi dolor, y muéstrame cómo perseverar hoy y cada día. En el nombre de Jesús, amén. 

Reto: ¿Hay algún área en tu vida en la que necesites mostrar más perseverancia? Busca algunas Escrituras que te animen a seguir adelante. Ponlas en un lugar donde las veas a menudo.