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La vida profundamente formadaMuestra

The Deeply Formed Life

DÍA 4 DE 5

“Plenitud sexual”

Desde el principio, la historia de la humanidad ha sido una historia de profundo conflicto y alienación con nuestros cuerpos. 

Dios les dio a los primeros humanos, Adán y Eva, un paraíso completamente equipado y estableció un límite importante: no debían comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Poco después, apareció una serpiente que sedujo a la pareja para que comieran del árbol. Ahora leemos uno de los versículos más trágicos de la Biblia: “Los ojos de ambos se abrieron, y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales” (Génesis 3:7). 

El pecado distorsionó su visión, irónicamente, abriéndoles los ojos. Antes de ese momento, veían con los ojos puros de Dios. Ahora veían con la vision estropeada de la humanidad caída. 

Las consecuencias seguirían atormentando a la humanidad. Todavía hoy, cuando pensamos en nuestro cuerpo y nuestra sexualidad, a menudo lo hacemos bajo una carga de vergüenza, arrepentimiento, pena y rabia.

Pero no es el fin de nuestras historias. Hay esperanza. En poder y amor, Dios puede formar a Jesús profundamente en nosotros. En Él, nuestra esclavitud es vencida. Nuestras heridas no tienen la última palabra. Cristo es victorioso. 

En Jesús, se ofrece una nueva humanidad: una humanidad no encadenada por la prisión del pecado y la vergüenza, sino liberada en la plenitud del amor de Dios. En aquel acto singular relacionado con el árbol del Jardín del Edén, el mundo cayó en una peligrosa espiral de pecado. Pero entonces vino Jesús y, en un acto de obediencia, cambió para siempre la trayectoria del mundo. 

Sí, Adán y Eva se escondieron detrás de un árbol, desnudos y vencidos por la vergüenza. Pero Jesús colgó de un árbol, desnudo, y venció la vergüenza. 

En Jesús, la vergüenza no tiene la última palabra. Nuestros deseos ya no deben estar desordenados. Podemos vivir en la libertad que viene en Su nombre.

La plenitud sexual se alcanza con la ayuda de otros. ¿Tus deseos sexuales se han desordenado? Busca un compañero o grupo de apoyo para la sobriedad. ¿Te sientes solo/a? Fomenta vínculos sociales con otras personas. ¿Estás casado/a? Practica una comunicación plena con tu cónyuge, una que solo puede lograrse a través del acto de amor.

Acerca de este Plan

The Deeply Formed Life

Como lo define el pastor de Nueva York Rich Villodas, una vida profundamente formada es una vida marcada por la integración, la intersección, el entrelazamiento y la interacción, manteniendo unidas múltiples capas de formación espiritual. Este tipo de vida nos invita a ser personas que cultivan una relación con Dios en oración, avanzan hacia la reconciliación, trabajan por la justicia, desarrollan una vida interior saludable y ven sus cuerpos y su sexualidad como dones que deben ser administrados con sabiduría.

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Queremos agradecer a WaterBrook Multnomah por facilitarnos este plan. Para más información, visita: https://www.richvillodas.com/