Cómo amar a las personas con las que estás en desacuerdoMuestra

Vamos a elegir el panorama completo  

No es un secreto que nuestro mundo parece más dividido que nunca. Ya sean partidos políticos que no se ponen de acuerdo en el presupuesto de una nación o grupos religiosos que se escupen odio los unos a los otros, siempre parece haber tensión en el clima relacional, espiritual y político en el mundo.

En este plan, hemos visto diversas cosas que podemos incorporar a nuestras relaciones con las personas con las que no estamos de acuerdo. Amar a las personas porque Jesús nos llamó a hacerlo, mostrar respeto manejando nuestro comportamiento, evitar discusiones que no dan fruto y empatizar con otros viendo la vida desde su punto de vista son sabios y útiles acercamientos. Parece difícil la tarea de poner las diferencias a un lado, pero no lo es. Un ejemplo.

Durante la pandemia del COVID-19 en 2020, el mundo tenía un enemigo común. A pesar de las diferentes creencias en prácticamente cada área de nuestra vida, todos teníamos una cosa en común: todos intentábamos evitar el virus que se llevó miles de vidas. Hablamos con personas con las que normalmente no lo hacíamos. Ayudamos a aquellos que se encontraban en un partido político distinto al nuestro. Nos cuidamos los unos a los otros incluso si no estábamos de acuerdo con las decisiones personales de la otra persona. Eso es unidad. Puede que no tuviésemos nada más en común durante esa temporada de la historia del mundo, pero teníamos eso.

Desafortunadamente, no siempre será de esta manera para todo el mundo, pero podríamos elegir hacer de eso nuestra nueva normalidad. Podríamos pre-decidir que vamos a elegir a las personas por encima de las políticas y las relaciones por encima de las reglas.  ¿Qué tal si…

...mostramos paciencia?
...elegimos no sentirnos ofendidos?
...dejamos de tomarlo todo de forma tan personal?
...cambiamos la manera degradante con la que hablamos con los demás?
...nos enfocamos en lo que sí que tenemos en común?
...elegimos el panorama completo?

No olvidemos que de tal manera amó Dios... al mundo. Él ama a cada una de las almas de este planeta, pasadas, presentes y futuras. Puede que nunca tengamos Su capacidad para amar a las personas, pero seguimos siendo llamados a amar a otros. 

Los seguidores de Jesús nunca podremos recitar suficientes versículos de la Biblia como para forzar a alguien a que crea en Jesús. Lo que podemos hacer es representar a Jesús mostrando amor, respeto y empatía, todo cubierto a partes iguales por verdad y gracia. 

Al final, el objetivo de amar a las personas con las que no estamos de acuerdo es la unidad. Ya sea que el problema sea pequeño o prominente, podemos elegir a las personas primero. Porque si nosotros, como seguidores de Jesús, queremos que las personas conozcan a nuestro Salvador y Señor de la misma manera que nosotros, es ahí donde tenemos que empezar. Vamos a representar bien a Jesús para que otros quieran conocerle. Y cuando lo hagan, el Espíritu Santo es muy capaz de guiarles a ajustar cualquier punto de vista que sea inconsistente con Su verdad.