Cómo amar a las personas con las que estás en desacuerdoMuestra

Gracia y verdad 

Vivimos en un mundo de aulas individuales, ya que nos enseñan a través de las experiencias de otros. Algunos de nosotros hemos tenido que pasar por traumáticas experiencias en nuestras vidas y por la gracia de Dios hemos sobrevivido, hemos sido redimidos y ¡hechos completamente nuevos en Cristo Jesús! Este no es el caso para todos. El dolor y la confusión que algunos han experimentado es lo que los ha hecho alejarse de Dios. Es por eso que su punto de vista será bastante diferente del nuestro como seguidores de Jesús. 

Cuando nos encontramos con alguien con creencias contrarias a las nuestras, debemos entender que estamos representando a Jesús, y puede que seamos el catalizador que Dios use para cambiar sus vidas. Es aquí cuando la verdad, cubierta de gracia, aparece. A menudo, cuando las personas están en desacuerdo con nosotros, nuestra ira crece y queremos defender nuestras creencias e incluso a nuestro Dios. Es en esos momentos cuando podemos y debemos decir la verdad y al mismo tiempo permitir al Espíritu Santo que nos guíe para no ceder a nuestros pecaminosos deseos. Cuando caminemos de acuerdo a la dirección del Espíritu Santo, exhibiremos su fruto: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. 

Cuando nos encontramos en una discusión con alguien que claramente tiene creencias diferentes a las nuestras, está bien admitir que no tenemos todas las respuestas. Como seguidores de Jesús, no lo sabemos todo sobre Dios. Si lo supiésemos, seríamos Él. Pero, como el pastor Andy Stanley dijo: “No tienes que entenderlo todo para creer en algo”. Así que, sé honesto y hazles saber que todavía estás aprendiendo y creciendo en tu fe.

Por último, tener en nuestras vidas a personas con las que no estamos de acuerdo nos hace más fuertes. Si solo nos rodeamos de personas con las que siempre estamos de acuerdo, nunca creceremos. Y mientras aprendemos de otros, está bien si nuestro punto de vista sobre las cosas cambia. Tal vez escuchemos el punto de vista de alguien sobre un tema político que difiera con el nuestro y decidamos que en realidad estamos de acuerdo con él. Sin embargo, como seguidores de Cristo, tenemos que recordar que adoptar nuestra propia versión de la verdad no es para lo que Dios nos ha llamado. Siempre tenemos que alinear nuestra visión con la perspectiva divina. Debemos vivir de acuerdo con Su verdad. 

Como seguidores de Jesús, ¿estamos más apasionados con respecto a nuestras creencias sobre ciertos temas polémicos que olvidamos que debemos amar a otros? Si estamos más preocupados por nuestras posturas que por amar a las personas por las que Dios entregó a Su Hijo a morir, entonces nos hemos desviado. Estos deseos nunca deben ser más importantes que nuestro llamado. Si lo son, estamos glorificando cosas terrenales en lugar de glorificar a nuestro Padre Celestial.