Vive tu llamado: ¿Para qué estoy aquí?Muestra

¿Dónde crees que Dios puede usarte?

Tu servicio se necesita desesperadamente en el Cuerpo de Cristo, ¡simplemente pregúntalo en cualquier iglesia local! Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar y cada papel es importante. Ante Dios no hay servicio pequeño; todo es importante.

Del mismo modo, no hay ministerios insignificantes en la iglesia. Algunos son visibles y otros están detrás de escena, pero todos son valiosos. Los ministerios pequeños u ocultos a menudo hacen la mayor diferencia.

En mi casa, la luz más importante no es la de nuestro gran candelabro, sino la pequeña luz de noche que evita que me golpee el pie cuando me levanto por la noche. Así mismo, no hay correlación entre tamaño e importancia cuando se trata del servicio en el Cuerpo de Cristo. Cada ministerio es importante porque todos dependemos unos de otros para funcionar.

¿Qué sucede cuando una parte de tu cuerpo deja de funcionar? Te enfermas. El resto de tu cuerpo sufre. Imagínate si tu hígado decidiera vivir por sí mismo: “¡Estoy cansado! ¡Ya no quiero servir al cuerpo! Quiero un año sólo para ser alimentado. ¡Debo hacer lo que es mejor para mí! Que se haga cargo otra parte”.

¿Qué pasaría? Tu cuerpo moriría. Actualmente miles de iglesias locales están muriendo por causa de los cristianos que no están dispuestos a servir. Se sientan al margen como espectadores, y el cuerpo sufre. Dios te llama a un servicio mucho más allá de lo que puedas imaginar. Él te creó para una vida de buenas obras las cuales ya ha preparado para ti (Efesios 2:10). Cada vez que sirves a los demás de alguna manera, en realidad estás sirviendo a Dios.

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