20/20: La visión de Dios para mi vidaMuestra

Una unción “Completa para tí”

por Preston Morrison

Y a partir de aquel día el espíritu del Señor acompañó a David. 1 Samuel 16:13

David creció como cualquier típico hijo menor con siete hermanos. Generalmente pasaba desapercibido. Raramente su familia hablaba de él. De hecho, frecuentemente se encontraba alejado de su familia y en presencia de sus ovejas. Sus hermanos tenían muchos dones, y en teoría, David parecía no tenerlos. Uno de los hermanos era muy guapo, otro era extremadamente fuerte, otro era probablemente un talentoso atleta y otro, sin duda, era increíble en los negocios. David, por otro lado, pasaba sus días viviendo anónimamente en un campo componiendo canciones para Dios durante el día y cartas de amor para Dios durante la noche.

Un día, Dios le dijo al profeta Samuel que fuera a la casa de Isaí para ungir al próximo rey de Israel. Cuando Samuel llegó, encontró una casa con gran potencial en los hijos de Isaí. Mientras Samuel recorría la línea del mayor al menor, Dios dijo que no a todos ellos. Al principio, Samuel pensó que Dios le había dicho eso pero no era así. Dios simplemente había dicho no a cada hijo en esa habitación.

Había otro hijo a quien los hermanos ni siquiera llamarían por su nombre; ese era el hijo que Dios llamaría para ungir. Y allí mismo, frente a sus hermanos, quienes en teoría parecían más calificados, Dios ungió a David. Samuel vertió una botella completa de aceite sobre David, y ninguno de sus hermanos "perfectamente calificados" recibió ni una gota. ¿Por qué? ¿David era mejor? ¿A Dios no le gustaban sus hermanos? ¿Por qué Dios no compartió la unción con los siete hijos? Aquí está la respuesta: los hermanos de David fueron ungidos, pero para algo más. Esta unción no fue sólo para David, fue completa para David.

Quizás te sientas como David. Puedes sentir que en teoría todos parecieran estar más calificados que tú. Quizás sientes que vives en un campo de anonimato donde ni siquiera se percatan de ti o de tus dones. La vida de David, sin embargo, prueba que lo que el hombre percata no es tan importante como lo que Dios unge.

Dios reservó una unción solo para ti, y es completa para ti, y nadie más la podrá experimentar. Esta unción afecta cada área de tu vida. Dios le da a los maestros, mentores y pastores oportunidad para enseñar a tus hijos, pero Él te da una unción para hacerlo. Dios le da a algunas personas la oportunidad para animar a tu pareja, pero Él te da una unción para hacerlo. Dios le da a muchos la oportunidad para tener éxito en tu lugar de trabajo, pero Él te ha dado a ti una unción en tu oficina.

Entonces, ¿cómo obtenemos este tipo de unción?

Primero, sé fiel en el terreno donde Dios te tiene ahora mismo. A David no le importaba dónde estaban los demás. ¿Por qué? Porque sabía que debía estar en el campo. No te preocupes demasiado por que las personas que te rodean estén en campos más grandes que el tuyo. Sé fiel en cualquier terreno en el que te encuentres hoy. El favor que deseas para mañana lo puedes encontrar en el terreno de la fidelidad de hoy.

En segundo lugar, disfruta del anonimato. Nunca seas tan superficial como para pensar que todos en tu vida deben ver todo que haces. A David no le importaba quién sabía su nombre o quién había escuchado sus increíbles canciones. Él hizo lo que tenía que hacer, lo que estaba destinado a hacer, aunque las ovejas fueron las únicas que lo vieron o lo escucharon por un buen tiempo.

No hagas solo cosas que la gente ve, haz cosas que sólo Dios ve. No busques una audiencia para tu éxito, busca la unción de Dios para tu servicio. David estaba tan cómodo en el anonimato que Dios sabía que no buscaba la fama; David únicamente buscaba el corazón de Dios. Y debido a esto, Dios le dio a David su unción en el momento designado. Si puedes aprender a disfrutar tu anonimato, experimentarás la unción de Dios.

Tercero, recíbelo. Cuando David fue llamado para ser ungido, recibió la unción sin dudarlo. Si no sientes que necesitas la unción de Dios, nunca la recibirás. Y el simple hecho es que necesitamos desesperadamente la unción de Dios para llegar a ser todo lo que Él quiere que seamos en cada área de nuestras vidas. Dios tiene una unción reservada para ti que nadie más puede experimentar. Todo lo que tienes que hacer es recibirla.

No te conformes con ser un buen empleado o un gran cónyuge o padre hoy... ¡sé un ungido! Dios no te creó para ser bueno o grandioso. Él creó una unción completa para ti, extraordinaria y que nunca pierde su grandeza. Es tu responsabilidad caminar en ella. 1 Samuel 16:13 nos dice que el Espíritu del Señor vino poderosamente sobre David. También nos dice por qué. David recibió el poder de Dios porque recibió la unción de Dios.

¿Quieres empoderarte hoy? Camina en la unción de Dios: tu unción. Porque es completa para ti y para nadie más.

Hay una diferencia entre el talento que tienes para hacer algo y la unción que Dios te ha dado para hacerlo. Cuando caminas en tu talento, obtienes el crédito. Cuando caminas en tu unción, Dios se lleva el crédito.
~ Tim Ross

Versículo para memorizar

“ Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8