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Cuando tienes a Jesús puedes vencer el síndrome del impostor.

En esta época que tenemos FaceTune, Photoshop y filtros, estamos acostumbrados a arreglar lo que no nos gusta de nosotros mismos. Es usual que nos pongamos máscaras e intentemos vernos perfectos. Pero no hay ninguna aplicación que arregle nuestros asuntos internos. Ninguna aplicación puede cambiar cómo nos vemos en la vida real. Y no hay aplicación que pueda cambiar cómo nos ve Dios. 

Hiperconscientes de nuestras fallas y deficiencia, algunas veces podemos sentirnos inadecuados. Fácilmente podemos sentir que no damos la talla para nuestra familia, para Dios o para un propósito específico. 

Así que, ¿cómo podemos sentirnos confiados y vencer el "síndrome del impostor"? 

Sorprendentemente, Moisés—el que le habló a Faraón y liberó a su pueblo, dividió el Mar Rojo, habló con Dios en una zarza ardiente, y escribió los 10 mandamientos—también batalló con aceptar su llamamiento. 

Moisés se preguntaba si debía ser el que realizaría todas estas grandes hazañas, y cuando se le dijo que debía volver a Egipto para abogar por los isrealitas y liderarlos, literalmente le dijo a Dios que enviara a alguien más (Éxodo 4:13). 

Afortunadamente Moisés aprendió esta lección de sabiduría: Con Dios de tu lado eres suficiente. Y aún en tu duda, Dios realizará grandes hazañas a través tuyo, a pesar de ti.

A Moisés le preocupaba su forma de hablar (Éxodo 4:10) pero Dios lo había creado así en primer lugar (Éxodo 4:11). 

Te adelanto el final—no hay nadie mejor calificado, porque Dios te hizo, cada parte de ti, con la intención de poner este llamamiento en tu vida y ponerte en esos lugares y posiciones (sí, aún para los que sientes que no eres suficientemente bueno). 

¿Alguna vez oíste a un cristiano decir "estoy cubierto por la sangre de Jesús"?

Básicamente estan hablando del mejor filtro que tenemos, y no está en ninguna aplicación. Se encuentra en Jesús y Su palabra. Porque por Él y Su sacrificio, somos hechos nuevos y fuimos limpiados. Su sangre es nuestro filtro—quiero decir que Dios nos ve a través del lente de Su Hijo. 

Esos sentimientos de insuficiencia o cuando te sientes temeroso de que las personas te vean como un fraude o cuando solo quieres pedirle a Dios que le de tu tarea a alguien más—escóndete en la Palabra de Dios y en lo que Él dice de ti. Todos, incluyéndonos a nosotros mismos, podemos vernos en una luz diferente cuando caminamos en Su amor y Su gracia. Así que dile no al "síndrome del impostor", no porque seamos perfectos, sino porque ¡el amor de Dios nos perfecciona a través de Jesús!

Fuiste hecho cuidadosa y maravillosamente. Fuiste escogido y llamado. Eres la obra maestra de Dios, y Él te creó con un propósito único. Camina en él. 

Reflexiona: Escribe algunas cosas que te descalifican de hacer algo que Dios te pide. Luego, escribe esas debilidades que pueden ser una oportunidad para que la fortaleza de Dios te empodere. 

Ora: Dios, gracia por hacerme esta persona compleja y asombrosa que soy. Sé que te necesito a Ti y Tu fuerza para llevar a cabo _____. Siento que como no soy _____ ni _____ eso me descalifica para la tarea. Pero confío en Ti. Confío en Tu plan y confío en que Tú me usas a pesar de esos defectos. Amén.