Afrontar la ansiedadMuestra

DÍSELO A ALGUIEN

Otra mentira que a la ansiedad le gusta decirnos es que estamos solos. Nadie lo entenderá, eres el único que se siente así y depende de ti arreglarlo. ¡Nada más lejos de la realidad! Ya establecimos el día 1 que todo el mundo lidia con la ansiedad de alguna manera, así que marca esa mentira de la lista. Pero, esta idea de que tienes que arreglarlo, o que no puedes o no debes decirle a otra persona por lo que estás pasando, es una de las peores mentiras que puedes creer si realmente quieres controlar tu ansiedad.

Mientras mantengas tus problemas de ansiedad reprimidos y nunca se lo digas a nadie, ¡entonces estarás solo en esto! Pero, puedo decir con confianza que hay personas en algún lugar de tu vida que estarían más que dispuestas a escucharte, a orar por ti e incluso a brindarte ayuda práctica o aliento cuando te sientas ansioso. El problema es que no pueden hacer eso por ti si nunca les dices lo que está pasando. Por aterrador que parezca, tus padres pueden ser un gran primer paso. Si no son ellos, tal vez haya un entrenador en la iglesia, o un pastor, o un maestro... Alguien en tu vida un poco mayor y más sabio en quien confíes lo suficiente como para abrirte sobre tu ansiedad.

Entiendo que da miedo... ¡Realmente lo hago! Nadie quiere parecer débil o no tenerlo todo bajo control, y existe el miedo de que en realidad no lo entiendan o te juzguen o algo así. Escucha, la ansiedad está tan extendida en nuestra cultura que sería muy difícil encontrar a alguien que no la haya experimentado en algún nivel. Lo entenderán... Solo necesitas el coraje de abrirte y decir algo. Hay un poder increíble en compartir lo que realmente está sucediendo con otra persona, y una vez que sacas a la luz esas partes ocultas de tu vida, honestamente ya no parecen tan grandes o aterradoras. Así que hoy, si nunca le has dicho a nadie que luchas contra la ansiedad, esa es tu tarea. Lee los siguientes pasajes, pídele a Dios que te muestre a la persona adecuada para abrirte y luego cuéntase. Apuesto a que ya empezarás a sentirte mejor simplemente contándoles lo que está pasando.