Devocional diario de Rick WarrenMuestra

Ven adorar a Jesús

Una razón por la que los magos fueron sabios es porque buscaron a Jesús por la razón correcta. Fueron buscadores de la verdad. Y harían todo lo posible para encontrar a Jesús, buscaron adorar a Jesús.

Hoy, hay personas que no aman a Jesús; simplemente lo usan. Los políticos usan a Jesús para obtener votos. Los líderes empresariales usan a Jesús para obtener una bendición en sus negocios. Los especialistas en marketing usan a Jesús para vender un producto. La gente usa a Jesús por sus propias razones egoístas.

A menudo preguntamos: "¿Qué puede hacer Jesús por mí?", Como si fuera una máquina expendedora. Actuamos como si Dios fuera un genio gigante; simplemente frota la lámpara y cualquiera que sea tu deseo es Su mandato. Pero Dios no es tu genio. Él es tu Dios, está a cargo, tiene el derecho de decirte qué hacer, no al revés.

Entonces los sabios fueron por la razón correcta. No fueron a buscar algo de Jesús; fueron a mostrar gratitud, amor, honor y respeto.

Le dieron a Jesús lo mejor que tenían. No le dieron las sobras. No le hablaron de boca para afuera. No le dieron una tarjeta de regalo. Pensaron en qué regalarle. Los tres regalos que trajeron los sabios tenían un significado muy importante:

El oro era el regalo que le dabas a los reyes. En los días de antaño, el tributo se pagaba trayendo oro al rey. Era el metal más precioso de la época y por eso los reyes magos lo presentaron como regalo al rey.

El incienso era una especie que se usaba para adorar a Dios en el templo. Entonces los sabios estaban diciendo que este bebé, Jesús, no solo era rey, también era Dios. Era digno de ser adorado.

La mirra era una especie que se usaba para embalsamar a los muertos. Era un regalo inusual para un bebé: se ponía en un cadáver antes de envolverlo en sábanas. Entonces los sabios, por sus dones, reconocían que Jesús era Dios Encarnado, era rey e iba a morir. Jesús es el Salvador del mundo y ha venido a morir por nuestros pecados.

Incluso antes de que Jesús dijera su primera palabra, se sabía que: "Este es el Salvador que morirá por los pecados del mundo".