Devocional diario de Rick WarrenMuestra

La fe, no los sentimientos, agrada a Dios

La omnipresencia de Dios y la manifestación de Su presencia son dos cosas diferentes. Una es un hecho; la otra, a menudo, es un sentimiento. Dios está siempre presente, aún cuando no te das cuenta, y Su presencia es demasiado profunda para ser medida por la emoción.

Sí, Él quiere que sientas Su presencia, pero está más preocupado por que confíes en Él antes de que lo sientas. La fe, no los sentimientos, agrada a Dios.

Las situaciones que harán crecer más tu fe serán esos momentos cuando la vida se derrumba y no podemos encontrar a Dios. Esto le pasó a Job. Un día perdió todo: su familia, su negocio, su salud y todo lo que tenía. ¡Y aún más desconsolante, por 37 capítulos Dios no dijo nada!

¿Cómo alabas a Dios cuando no comprendes lo que está ocurriendo en tu vida y Dios está en silencio? ¿Cómo te mantienes conectado en una crisis sin comunicación? ¿Cómo mantienes tus ojos puestos en Jesús cuando están llenos de lágrimas? Haz como Job: "Al llegar a este punto, Job se levantó, se rasgó las vestiduras, se rasuró la cabeza, y luego se dejó caer al suelo en actitud de adoración. Entonces dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir. El Señor ha dado; el Señor ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del Señor!»" (Job 1:20-21 NVI).

Dile a Dios exactamente cómo te sientes. Derrama tu corazón ante Él. Descarga cada emoción que sientas. Dios puede manejar tus dudas, tu ira, tu miedo, tu dolor, tu confusión y tus preguntas.