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NO TE ESCONDAS MÁS

Después de que Adán y Eva comieron del árbol se dieron cuenta que estaban desnudos. Por eso, se escondieron de Dios y cosieron hoja de higuera juntas para cubrir su desnudez. La respuesta de Dios al pecado de Adán fue una pregunta: «¿Dónde estás?» Ahora bien, ¡puedes estar seguro que Dios no había perdido de vista a Adán! Él le hizo la pregunta por el beneficio de Adán, no por el suyo.

El legado de Adán y Eva es el hecho de que todavía hoy nos estamos escondiendo. Compras, comida, las drogas y el abuso del alcohol y a veces el ejercicio representan nuestras «hojas de higuera.» Todavía Dios continua preguntándonos, «¿Dónde estás?» Nos está llamando para que salgamos de nuestro escondite para tener una relación con Él.

¡Qué ejemplo para los padres! Llama a tus hijos fuera del escondite haciéndoles preguntas abiertas y escucha sus respuestas con compresión, en vez de enfrentándolos con vergüenza y prejuicios. Si necesitas dar consecuencias para su desobediencia, escoge dar les consecuencias con empatía.

Encontrar a tus hijos con empatía les ayuda a salir de su escondite para tener una relación.