La salvación ha llegado (Salvation Rise)Muestra

Mi Dios, mi Padre (My God, My Father) Escucha «Mi Dios, Mi Padre» y luego lee lo siguiente: Quizás tengas una buena relación con tu padre. O tal vez nunca lo has conocido. No importa con qué tipo de padre hayas crecido. En algún momento, todos los padres rompen una promesa, fracasan al proteger su familia o la descuidan por completo. Los seres humanos son imperfectos, pero Dios Padre no lo es. La decisión de seguir a Jesús significa tener una relación con Dios como nuestro padre. Él es la mejor versión del padre que podamos imaginar. Piensa en cómo sería el padre perfecto. ¿Cómo trataría a sus hijos? Dios es el único que nos creó, el que nos conoce mejor y el que más se preocupa por nosotros. Nos protege y nos ayuda a crecer. Cuando nos desviamos, Dios nos advierte y nos disciplina para nuestro propio bien. Dios no nos rechaza cuando fracasamos. No dar la talla es inevitable, pero el amor de Dios es ineludible. Una vez que te has comprometido a seguir a Jesús, Dios será siempre tu padre y tú serás siempre su hijo. Si dejases de hablar con tu padre biológico mañana no cambiaría el hecho de que sigue siendo tu padre. Es lo mismo en nuestra relación con Dios Aún cuando nuestra comunión se daña, la relación continúa. Dios no tira la toalla con sus hijos. Nos ayuda en los tiempos duros y nos corrige cuando lo necesitamos. No hay nadie mejor a quién recurrir. ¿Hay alguna parte de tu vida que no hayas entregado a Dios?