Entrando en el reposo prometido de Dios - Jesús es más grande, Serie N.° 2Muestra

Entrar en el mayor descanso que Dios proporciona

Reflexiones sobre la Palabra

Dios ha dado descanso, lo hizo como parte de la creación. Podemos elegir no entrar en el descanso que Él creó. Nos muestra formas de descanso disponibles para el pueblo de Dios: el descanso del Sabbat, el día de descanso que Dios creó para su pueblo. Esto es nuestro, como un regalo de Dios para la humanidad. Podemos elegir no participar en este descanso y trabajar duro todos los días.

Otro descanso que Dios le dio a su pueblo: la tierra prometida. Entraron en esta tierra de descanso cuando Josué condujo al pueblo. Era una tierra donde ya no deambulaban. Era un lugar de estabilidad y desarrollo. Fue un regalo de Dios para la nación. 

Dios recuerda a través de David que hay otro lugar de descanso: el descanso espiritual. Un descanso proveniente del perdón. Muchos no entraron en ese descanso.

"Hoy" debemos elegir: ¿Caminaremos en obediencia y viviremos en el descanso de Dios, o caminaremos en desobediencia y perderemos el descanso de Dios? ¿Cómo sabemos qué hacer? La Palabra de Dios nos habla. Nos dice claramente qué está bien y qué está mal. Expone nuestras excusas, nuestros defectos ocultos y es el estándar que Dios usará cuando examine nuestra vida. Así que, permitamos que la Palabra de Dios lo haga "hoy". No dejemos que nuestro corazón se sienta implacable y se endurezca.

Oremos

Padre, tu descanso es para hoy. Tu Palabra revela lo que necesito hacer para descansar hoy. Ayúdame a tomarme el tiempo que necesito para escuchar tu Palabra hablar en mi vida. A veces me confundo - Tu Palabra puede separar la verdad de la opinión. A veces pongo excusas para mi acción - Tu Palabra es despiadada al exponerlos. 

Aun así, eres paciente con nosotros. Tu deseo es darme descanso hoy, liberar la bendición en mi día. Ayúdame a ver que tu Palabra me lo da. Me muestra el camino al descanso. Me muestra las cosas a las que me aferro que me impiden recibir tu descanso. El problema soy yo, mi corazón, que me impide descansar. Así que, fortalece mi corazón para seguirte de cerca. En el nombre de Jesús, Amén.