Mosaico de devocionales para la Cuaresma sacados de la Santa Biblia.Muestra

John Cassian (Egipto, 365-435)

Esto es algo que se nos ha entregado de parte de los más antiguos Padres y es algo que transmitiremos sólo a un pequeño número de almas que quieren saberlo:

Para mantener el pensamiento de Dios siempre en tu mente tienes que aferrarte totalmente a esta fórmula de piedad: «Por favor, Dios, ¡rescátame!
Ven pronto, Señor, y ayúdame.» (Salmo 70:1 NTV).

No es sin una buena razón que este versículo ha sido escogido de toda la Biblia como la mejor estrategia porque lleva en sí mismo todos los sentimientos que la naturaleza humana es capaz de producir, puede adaptarse a cada condición y puede usarse útilmente contra cada una de las tentaciones; lleva en sí mismo un grito de ayuda hacia Dios enfrente de cualquier peligro; expresa la humildad de una confesión piadosa; transmite la precaución y vigilancia nacidas en la preocupación y miedo infinitos; transmite que somos frágiles, la seguridad de ser oídos y la confianza en la ayuda que está presente en todo momento y en todo lugar. Alguien que siempre está clamando a su protector es, en consecuencia, alguien que está seguro de tenerlo muy cerca de él. Esta es la voz llena de la pasión del amor y la caridad; es el grito asustado de alguien que ve las trampas del enemigo, el grito de alguien asediado y acosado día y noche, que grita que no puede escapar a no ser que su protector vaya a su rescate.

Este corto versículo es un muro indomable para todos aquellos que están luchando contra los ataques de los demonios. Es una coraza impenetrable y el más robusto y recio de los escudos. Sea que haya pena, angustia o melancolía en nuestros pensamientos, este versículo nos mantiene lejos de perder la esperanza de nuestra salvación porque nos revela a Aquél a quien llamamos, Aquél que ve nuestras luchas y quien nunca está lejos de aquellos que oran. Si las cosas nos van bien a nosotros en espíritu, si hay gozo en nuestros corazones, este versículo es una advertencia para nosotros para no crecer en nuestro orgullo, para no volvernos engreídos por estar en una buena condición la cual, como el mismo versículo demuestra, no puede mantenerse sin la protección de Dios para cuya continua y rápida ayuda ora el versículo. Lo que estoy diciendo es que este versículo prueba ser necesario y útil para cada uno de nosotros en todas las circunstancias. Para alguien que necesita ayuda en todo, le muestra claramente que necesita la ayuda de Dios no sólo en situaciones duras y tristes, sino igualmente y enmedio de las condiciones de fortuna y gozo. Esta persona sabe que Dios nos salva de la adversidad y hace que nuestro gozo resista y que no hay situación alguna en la que la fragilidad humana pueda sobrevivir sin la ayuda de Dios.