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ROMANOS 6

6
6. Con Cristo hemos muerto al pecado (6)
Unidos a Cristo en el bautismo
1¿Qué, pues, diremos? ¿Vamos a seguir pecando para que Dios se muestre aún más bondadoso? 2¡De ninguna manera! Nosotros ya hemos muerto respecto al pecado:#6.2 Pablo recurre a la figura de la muerte para simbolizar la separación total respecto del pecado, desarrollada en los vs. 3-5 en relación con el bautismo. ¿cómo, pues, podremos seguir viviendo en pecado?#6.1-2 Ro 3.8; cf. Eclo 5.5-6. 3¿No sabéis que, al quedar unidos a Cristo Jesús por el bautismo,#6.3 Gl 3.27. quedamos unidos a su muerte?#6.3-4 En el bautismo, el creyente se incorpora a Cristo y se une a su muerte y a su resurrección y vida nueva. Col 2.12. 4Pues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo,#6.4 Se alude a la forma generalmente usada entonces de celebrar el bautismo, sumergiendo a la persona en el agua. y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva, así como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del Padre.
5Si hemos sido unidos a Cristo en una muerte como la suya, también seremos unidos a él en su resurrección. 6Sabemos que aquello que antes éramos#6.6 Aquello que antes éramos: lit. nuestro hombre viejo (Ef 4.22; Col 3.9). fue crucificado con Cristo, para que el poder de nuestra naturaleza pecadora quedase destruido y ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado.#6.6 Gl 2.19-20; 5.24-25. Esclavos del pecado: Véase Ro 5.21 n. 7En efecto, cuando uno muere queda libre de pecado.#6.7 1 P 4.1. 8Si hemos muerto con Cristo, confiamos en que también viviremos con él.#6.8 2 Ti 2.11. 9Sabemos que Cristo, habiendo resucitado, no volverá a morir. La muerte ya no tiene poder sobre él. 10Pues Cristo, al morir, murió de una vez por siempre#6.10 Una vez por siempre: Cf. Heb 7.27; 9.26-28; 1 P 3.18. respecto al pecado;#6.10 Cf. 6.2,7; Cristo, quien sin conocer pecado se identificó con el hombre pecador (2 Co 5.21; Heb 4.14; 1 P 2.24), con su sacrificio libra del pecado a los que están unidos a él en su muerte (v. 6). pero al vivir, vive para Dios. 11Así también, vosotros consideraos#6.11 Consideraos: El verbo griego es el mismo que aparece en el cap. 4 con el sentido de tener en cuenta (véase Ro 4.3 n.). No se trata de una simple opinión, sino de que el creyente reconozca que, por su unión con Cristo, está realmente muerto respecto al pecado pero vivo para Dios (vs. 3-8). muertos respecto al pecado, pero vivos para Dios en unión con Cristo Jesús.#6.11 En unión con Cristo Jesús: lit. en Cristo Jesús. Pablo usa con frecuencia la expresión en Cristo Jesús. Con ella se refiere a la obra de salvación que Dios ha realizado por medio de Cristo, especialmente en su muerte y resurrección (véase Ro 3.24 nota s; cf. 1 Co 1.30). Además, con esta expresión caracteriza toda la vida del creyente, quien en el bautismo se ha unido a la persona de Cristo, a su muerte y resurrección, y debe seguir viviendo unido a él (cf. Ro 6.3-11; 1 Co 1.9; Gl 3.27; Flp 1.1; Col 1.4). Esa unión con Cristo crea también la unión entre los creyentes (Ro 12.5; Gl 3.28). La vida eterna es asimismo una vida en unión con él (Ro 6.23).
12Por lo tanto, no dejéis que el pecado siga dominando en vuestro cuerpo mortal y que os siga obligando a obedecer los deseos del cuerpo. 13No entreguéis vuestro cuerpo al pecado como instrumento para hacer el mal. Al contrario, entregaos a Dios#6.13 Ro 12.1. En el texto griego, las expresiones no entreguéis y entregaos tienen matices diferentes; el sentido es, en efecto: ya no viváis entregados al pecado... sino entregaos de una vez por todas a Dios. como personas que han muerto y han vuelto a vivir, y entregadle vuestro cuerpo como instrumento para hacer el bien. 14Así el pecado no tendrá poder sobre vosotros,#6.14 El pecado... vosotros: El futuro del verbo tiene valor de imperativo, así que esta oración puede traducirse como no tenga ya poder sobre vosotros el pecado. pues ya no estáis sometidos a la ley sino a la bondad de Dios.#6.11-14 Cf. Col 3.1-10.
El símil de la esclavitud#6.15-23 Cf. Jn 8.31-36; 2 P 2.19. Pablo ilustra su idea con un ejemplo tomado de la vida diaria de su tiempo. La esclavitud u obediencia forzada al pecado (Ro 5.21 n.) se contrapone a la libertad que permite obedecer a Dios, lo cual lleva a una vida de justicia (v. 16).
15¿Qué, pues? ¿Vamos a pecar porque no estamos sometidos a la ley sino a la bondad de Dios? ¡De ninguna manera! 16Sabéis muy bien que si os entregáis como esclavos a un amo para obedecerle, os hacéis esclavos de ese amo a quien obedecéis. Y esto es así, lo mismo si obedecéis al pecado, lo cual lleva a la muerte, que si obedecéis a Dios, lo cual lleva a una vida de justicia. 17Pero, gracias a Dios, vosotros, que antes erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a la forma de enseñanza que habéis recibido. 18Una vez libres de la esclavitud del pecado habéis entrado al servicio de una vida de justicia 19(os estoy hablando en términos humanos para que podáis entender bien estas cosas). De modo que, así como antes entregasteis vuestro cuerpo al servicio de la impureza y la maldad para hacer el mal, entregad también ahora vuestro cuerpo al servicio de una vida de justicia, para vuestra santificación.
20Cuando todavía erais esclavos del pecado no estabais al servicio de una vida de justicia. 21¿Pero qué provecho sacasteis de aquellas cosas que ahora os avergüenzan, y que no llevan sino a la muerte? 22Ahora, en cambio, libres de la esclavitud del pecado habéis entrado al servicio de Dios. Y el provechoso resultado de esto es vuestra santificación, y finalmente la vida eterna.#6.21-22 Pr 12.28. 23El pago que da el pecado es la muerte, pero el don de Dios es vida eterna en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor.#6.23 Cf. Ro 5.21.

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