SALMOS 105:34-45
SALMOS 105:34-45 BLP
Habló y acudieron langostas, saltamontes imposibles de contar, que devoraron toda hierba en el país, devoraron los frutos de la tierra. Mató en el país a todo primogénito, primicia de su fuerza varonil. Pero a ellos los sacó entre plata y oro, ninguno entre sus tribus sucumbió. Egipto se alegró cuando partieron, porque el miedo los sobrecogía. Extendió para cubrirlos una nube, un fuego para iluminar la noche. Suplicaron y envió codornices, los sació con pan del cielo. Hendió una roca y brotó agua, como un río fluyó por el desierto. Se acordó de su santa promesa, la que había hecho a Abrahán, su siervo, y con gozo liberó a su pueblo, con regocijo a sus elegidos. Les entregó la tierra de los paganos, heredaron la riqueza de los pueblos; así respetarían sus leyes y cumplirían sus mandatos. ¡Aleluya!