Lamentaciones 2:1-9
Lamentaciones 2:1-9 NVI
¡Ay, el Señor ha eclipsado a la bella Sión con la nube de su furor! Desde el cielo echó por tierra el esplendor de Israel; en el día de su ira se olvidó del estrado de sus pies. Sin compasión el Señor ha destruido todas las moradas de Jacob; en su furor ha derribado los baluartes de la bella Judá y ha puesto su honra por los suelos al derrocar a su rey y a sus príncipes. Dio rienda suelta a su furor y deshizo todo el poder de Israel. Nos vimos frente al enemigo, y el Señor nos negó su ayuda. Ardió en Jacob como un fuego encendido que consumía cuanto le rodeaba. Como enemigo, tensó el arco; lista estaba su mano derecha. Como enemigo, eliminó a nuestros seres queridos. Como fuego, derramó su ira sobre las tiendas de la bella Sión. El Señor se porta como enemigo: ha destruido a Israel. Ha destruido todos sus palacios y derribado sus baluartes. Ha multiplicado el luto y los lamentos por la bella Judá. Ha desolado su morada como a un jardín; ha derribado su lugar de reunión. El SEÑOR ha hecho que Sión olvide sus fiestas solemnes y sus sábados; se desató su furia contra el rey y dejó de lado al sacerdote. El Señor ha rechazado su altar; ha abandonado su santuario. Ha puesto en manos del enemigo las murallas de sus palacios. ¡Lanzan gritos en la casa del SEÑOR como en día de fiesta! El SEÑOR decidió derribar la muralla que rodea a la bella Sión. Tomó la vara y midió; destruyó sin compasión. Hubo lamentos en rampas y muros; todos ellos se derrumbaron. Las puertas se han desplomado; él rompió por completo sus cerrojos. Su rey y sus príncipes andan entre las naciones; ya no hay ley ni profetas, ni visiones de parte del SEÑOR.