Futuro y Esperanza预览

Cada mañana

Con el comienzo de año también vienen nuevas oportunidades. Aunque el 31 de diciembre y el 1ero de enero no necesariamente sean diferentes, sabemos que todos los días las misericordias de Dios se renuevan, y el día de hoy no será la excepción.

Dios en su sabiduría dividó nuestra vida en ciclos de 24 horas en los cuales reímos, lloramos, trabajamos, amamos, dormimos y comemos. Cada uno de estos ciclos es distinto y sorpresivo, pero siempre hay un punto en el cual todos y cada uno de ellos coinciden: siempre necesitamos la misericordia de Dios.

El año pasado en particular, para mí, fue un subibaja emocional. Dios, en su sabiduría, quitó de mi vida todas las distracciones en las cuales yo había puesto mis ojos. Al principio no lo entendía... la tristeza era constante y simplemente no tenia fuerzas para continuar. Todas las bendiciones que Dios me había regalado ya no estaban, y me sentía sola. Fueron muchas las noches sin dormir y fueron aun más los amaneceres que vi. Durante esas largas noches de insomnio lo único que calmaba mi abatido corazón y llenaba mi mente de paz era la Palabra de Dios. Una de esas tantas noches me tope con un pasaje escrito por el profeta Jeremías en un momento de tristeza:

"Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré" (Lamentaciones 3:22-24).

Algo en mí cambió cuando verdaderamente comprendí estas palabras. Nunca decayeron sus misericordias, aunque yo no pudiese entenderlo aún. Cada día Dios me daba una nueva oportunidad para volver a comenzar. Las misericordias de Dios no se renovaban según una cláusula, ni siquiera se renovaban cada año, ni cada mes, ni cada semana, sino cada uno de los días.

Esta pasó a ser mi oración de las mañana:. "Gracias Dios porque tus misericordias se renuevan con cada amanecer, gracias porque cada día es una oportunidad de comenzar de nuevo y cada noche una oportunidad de arrepentimiento".
Al entender eso Dios me dio una paz y una fortaleza indescriptible que fue lo que me permitió seguir adelante. Todo lo que yo era, Dios lo hacia nuevo. Mi alma debía esperar SÓLO en Dios.

Nuestra entrega total y fidelidad siempre abrirán la puerta para que Dios inicie Su proceso de restauración. Dios quiere hacer algo nuevo contigo. Él quiere que sepas que aunque te sientas derrotado, cansado o triste, no terminó contigo. Su obra en tu vida sigue su curso. Aún en la espera, el dolor o el silencio sus planes son de bienestar.