Profecía Y Promesa预览

Viene la Victoria Total
Un vaso de agua le parece sumamente bien a aquel cuya garganta está completamente seca, y nadie aprecia una pata de pollo como un hombre que no ha comido en tres días. Cuanto más hayamos sufrido en la vida terrenal, más dulce será la vida celestial. Cuando lleguemos a la meta final como los corredores que llegan cansados, jadeando y cojeando, encontraremos a nuestro Padre celestial que nos estará esperando, y confirmaremos que las dificultades de este peregrinaje valieron la pena, por la alegría de nuestro destino.
Así como a los padres les gusta reservar como una sorpresa el regalo para el cumpleaños de sus hijos, también nuestro Padre celestial sonriente y paciente, conserva en secreto la mayor parte de los detalles de nuestra vida celestial. Pero, por medio de sus profetas, ha separado un poco las cortinas, y nos permite echar un vistazo. ¿Tiene curiosidad por lo que le depara la próxima vida? Siga leyendo. . .