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"Recibe mi adoración"

Dios merece nuestra mejor adoración. Como nuestro Creador y Señor, Dios es digno de todo nuestro honor y reverencia. Adorar a Dios es una forma de demostrar nuestro amor y afecto por Él y de expresar nuestro deseo de vivir para Él.

En Juan 4:23 leemos: "Pero el verdadero culto es este: dar culto a Dios en espíritu y en verdad. Porque también el Padre busca a los que así le dan culto". El verdadero culto es dar culto a Dios en espíritu y en verdad. Esto significa que debemos adorar a Dios de todo corazón y con sinceridad, y no solo con nuestras palabras sino también con nuestras acciones.

¿Qué significa para ti, dar culto a Dios de todo corazón y con sinceridad? ¿Estás entregándole tu mejor adoración? ¿Le estás dando lo mejor a Él?

Dios recibe tu adoración porque es Su derecho y Su deber como tu Creador y Señor. Él es el Rey de los cielos y de la tierra y es digno de todo nuestro honor y reverencia. Adorar a Dios es una forma de demostrar nuestro amor y afecto por Él y de expresar nuestro deseo de vivir para Él.

Además, Dios recibe tu adoración porque quiere tener una relación íntima contigo. Él quiere que te acerques a Él y que le muestres tu amor y tu gratitud. Al adorar a Dios, estás acercándote a él y estás permitiéndole entrar más profundamente en tu vida.