No Sé Cómo Ser Libre Del PecadoPrimjer

 Santidad y cero acusaciones

Cuando existe esa incomodidad de saber que algo está mal, deberíamos sentirnos agradecidos que Dios mismo está corrigiendo nuestro caminar y que nuestro corazón no esta endurecido.  No es fácil dejar el pecado, pero Romanos 6 nos habla de que ya no somos esclavos de todo aquello que nos hace daño; tenemos una esperanza viva y es por medio de Jesús. Por ello, debemos abrir nuestro corazón con los dos puntos anteriores y sincerarnos con nosotros mismos y con Dios, para luego desear caminar en santidad (apartados del pecado para la gloria de Dios). 

Cuando en la palabra viene la historia de la mujer adúltera que se encuentra con Jesús, vemos en ella tiene una postura de arrepentimiento, en otras palabras, se nota ése deseo de obtener el perdón de Jesús, por que ella sabía que lo que había hecho estaba mal y podemos ver que Jesús en ningún momento la acusa o la juzga, lo único que dice es “ve y no peques más”. Aquí es donde debemos entender que el pedir perdón viene acompañado con arrepentimiento y esa es la clave para dejar de hacer lo malo, si no reconoces primeramente que está mal lo que haces, va a ser imposible que puedas apartarte de eso.  

¿Le has pedido perdón a Dios por el mismo pecado una y otra vez? ¿Es sincero tu arrepentimiento?